Page 28 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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           Frontispicio del libro de Thomas Dem pster   Frontispicio del clásico libro de J. J. Winckel-
                     (edición de  1724).               m ann (edición de  1764).


          del llamado «estilo etrusco». Debido a ello, pinturas, muebles, porcelanas y bronces
          se adecuaron a pautas pseudoetruscas.


          La Etruscología del siglo x ix

             La teoría del origen continental de los etruscos que planteó Fréret fue aceptada
          y  reforzada  por  otros  dos  estudiosos  alemanes,  Christian  Heyne  (1729-1812)  y
          Berthold G. Niebuhr (1776-1831), renovador éste de la historia de la Roma antigua
          (Romische Geschichte,  Berlín,  1811).  La autoridad científica de Niebuhr caló en otros
          estudiosos alemanes, entre ellos, el famoso filólogo Karl O. Müller (1797-1840) y los his­
          toriadores Albert Schwegler y Théodor Mommsen (1817-1903). Matizando algunos as­
          pectos de lo expuesto por Niebuhr, aceptaban el origen nórdico de los etruscos.
             En Italia,  Giuseppe  Micali (1769-1844),  en  sus  dos  obras  LItalia avanti il domi­
          nio dei Romani (Florencia,  1822, 2.a ed.) y Storia degli antichipopoli italiani (Floren­
          cia,  1832, en tres volúmenes con un atlas), sostenía la autoctonía del pueblo etrusco.
             Otros dos grandes sabios italianos continuaron aportando su saber a la Etrusco­
          logía: Francesco Inghirami y Luigi Canina. Al primero se le deben los diez volúme­
          nes de los Monumenti etruschi o di etrusco nome (Fiésole,  1820-1826), y al segundo una
          obra en cuatro tomos, titulada Antica Etruria Marittima (Roma,  1846-1851).
             Una serie de importantes hallazgos arqueológicos, sobrevenidos entre 1820 y 1850
          en importantes ciudades etruscas (Tarquinia, Vulci, Caere, Perugia, Chiusi), así como


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