Page 24 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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A continuación comenzó la etapa colonizadora romana por todo el valle del Po,
estableciéndose dos importantes colonias militares, Piacenza y Cremona. Sin embar
go, por aquel entonces —y desgraciadamente para Roma—, Aníbal se hallaba fran
queando los Alpes.
La presencia de los galos en Italia finalizaría diluida bajo dos resultados diferen
tes. Los pueblos celtas establecidos en el valle del Po y en el litoral adriático, en con
tacto con los ligures y etruscos, acabaron en buena parte por aculturarse y fundirse
con ellos. Se convirtieron en pueblos agricultores y adoptaron usos y costumbres
etruscas, no dudando en incorporar a su cultura toda la tecnología local, según evi
dencian los ajuares y restos de las necrópolis de Castiglione delle Stiviere (región del
lago Garda), Montefortino y Filottrano (región de Ancona) y de Omavasso. En ellas,
junto a espadas típicamente de La Téne y a collares celtas (torques), aparecen vajilla,
candelabros y espejos etruscos.
Por el contrario, los galos que atacaron la Italia peninsular, y que habían conti
nuado con su tipo de vida más propio de salteadores y de aventureros, acabaron o
por ser expulsados o por incorporarse como mercenarios de los etruscos y de otros
pueblos itálicos.
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