Page 296 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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Entre los sarcófagos de barro más conocidos hay que citar, ante todo, los dos fa
mosos Sarcófagos de los esposos, de hacia el 530 a.C., obras de un mismo taller y ambos
procedentes de la necrópolis de Caere (La Banditaccia). Hoy tales joyas de la plásti
ca etrusca están atesoradas, respectivamente, en los Museos de Villa Giulia de Roma
y del Louvre.
Dichas obras capitales representan, en lo que es su tapadera, a una pareja re
costada sobre un lecho funerario ricamente decorado, las cuales, en su disposi
ción, recuerdan escenas sobre klínai de banquete. Su genial y anónimo autor, muy
influido por el arte jonio, ha sabido reflejar la serenidad y dulzura en el rostro de
los esposos, que esbozan una suave sonrisa (comúnmente conocida como «sonri
sa etrusca»). Llaman la atención por su riqueza plástica, presente en los cabellos y
en la armoniosa disposición de brazos y manos, que tendrían ocupadas con algu
nos objetos de metal precioso —sin duda, regalos mutuos—, hoy desaparecidos.
Más aún, destacan sobre todo por la despreocupación técnica que presenta la par
te inferior de los cuerpos, apenas esbozados. Las piernas, al estar extendidas en su
totalidad, adoptan una posición físicamente imposible, pero tal artificioso recur
so permitió a su autor una solución de sencilla plasticidad, totalmente original.
Ambos sarcófagos son de parecidas dimensiones (2,20 m de largo el de Villa
Giulia y 1,90 m el del Louvre).
De no menor interés es el sarcófago deLarthia Seianti, también de terracota (1,64 m
de longitud), obra de finales del siglo m o comienzos del π a.C., localizado en la
tumba de la familia Larcna, en La Martinella (Chiusi), y hoy en el Museo Arqueoló
gico de Florencia. Representa a una difunta de mediana edad, enjoyada y ataviada
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