Page 299 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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funcionar simbólicamente como componentes de un coro de lamentadores fune­
        rarios.
           También al período  arcaico  (siglo vi a.C.) pertenece  el extraordinario  grupo
        de Eos y  Céfalo que adornó el acroterio de un templo de la Vigna Marini-Vitalini de
        Caere, hoy conservado en Berlín. Tal pieza figura a la diosa Eos en el momento de rap­
        tar al joven Céfalo, de quien estaba enamorada.
           Notabilísima, también, por la gran influencia que presenta del gran artista griego
        Policleto, es la Testa Malavolta (18 cm de altura), llamada así por el nombre de su des­
        cubridor. Labrada en terracota, en la segunda mitad del siglo v a.C., y hallada en el
        templo  del  Portonaccio  de  Veyes,  hoy  se  atesora  en  el  Museo  de  Villa  Giulia  de
        Roma. Sobresalen su bien trabajado cabello, sus grandes ojos y su pronunciada boca.
           Son, asimismo, importantes los restos plásticos, descubiertos hace muchos años,
        que adornaron el santuario de la Cannicella en Orvieto, así como los de los dos fron­
        tones del «Templo Belvedere», también de la misma localidad, consistentes en al-
        torrelieves que figuraban a distintos personajes de la Guerra de Troya. Tales placas, de
        finales del siglo v a.C. o comienzos del iv a.C., contienen influencias muy claras del
        arte clásico griego. Destaca una figura masculina desnuda pero con clámide en sus es­
        paldas (82 cm de altura) y la cabeza de un viejo calvo y barbado (16 cm de altura) de
        gran realismo, con restos de policromía.
           Por otra parte, la lastra de terracota con los dos magníficos caballos alados (1,14 m
        de altura), de hacia el 300 a.C., que embelleció el frontón del templo del Ara della
        Regina en Tarquinia, es de indudable calidad. Aunque anatómicamente los equinos
        están  mal  proporcionados,  el  artista lo­
        gró  transmitir  con  ellos  un  «efecto  im­
        presionista»  de  gran  sugestión,  al  decir
        de G.  Buzzi y A.  Giuliano.  El sombrea­
        do  y  el  claroscuro  que  proporcionan
        consiguen  obtener,  de  hecho,  la tercera
        dimensión  en  una  lastra  resuelta  me­
        diante un altorrelieve.
           De Falerii, capital del Estado falisco,
        provienen los restos de las terracotas que
        realzaron  el  templo  que  existió  en  Lo
        Scasato  (hoy en el Museo  de Villa Giu­
        lia),  de  indudable  escuela  etrusca,  pero
        con muy claras  influencias  de Lisipo  o
        de  Scopas  (A.  Andren).  De entre lo lle­
        gado  —que  testimonia  el  fastuoso  pro­
        grama  decorativo  del  frontón  del  tem­
        plo— es de general admiración un bello
        busto de Apolo, policromado, tal vez de
        su acroterio, conocido como Apollo dello
        Scasato, Tal figura divina, junto con otros
        siete  personajes,  era  el  protagonista  de
        un  episodio  mítico,  desconocido  hasta
        ahora.
           Son también reseñables los restos del   Apollo dello Scasato. Falerii. (Museo de Villa Giu-
        frontón  de  estilo  helenístico,  quizá  el      lia, Roma.)

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