Page 386 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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esta divinidad designa un plural colectivo; sin embargo, L. Agostiniani insiste en su
singularidad.
Por otro lado, Lusl y Tecvm. aparecen citadas en el Hígado de Piacenza: Lusl quizá
deba ser identificada con la divinidad Lusa, presente en el Liber linteus de Zagreb.
A Tecvm —de notable parecido con Menrva en cuanto al culto, según algunos— se
le dedicó la figurilla de un niño, hoy atesorada en el Museo Gregoriano Etrusco del
Vaticano.
Alpan (o Alpanu y también Alpun), figurada con alas en diversos espejos, es
otra divinidad de la que sabemos muy poco. Unos reconocen en ella a una Persé-
fone; otros a una diosa del círculo de Afrodita o del de Dioniso, e incluso a una de
las Lasas.
Las d iv in id a d e s in f e r n a l e s
Además de creer en un abultado panteón de dioses y diosas, también se tuvo fe
en un sinfín de divinidades infernales, sobre todo a partir del siglo v a.C., desarrolla
das teológicamente de acuerdo con esquemas griegos.
A algunas de aquéllas, dado su carácter negativo y nefasto para los humanos, les
fueron solicitadas maldiciones, desgracias y castigos por parte de personas que desea
ban el mal de otras. Tales deseos eran escritos en láminas, normalmente de plomo,
en las que se registraban los nombres de las personas que habían de maldecirse. De
tales láminas (lamellae defixionis), que se solían enterrar en las cercanías de los cemen
terios, se poseen dos magníficos ejemplares./Uno, hallado en Monte Pitti, cerca de
Populonia (TLE, 380), en el que una tal Titi Setria, que había sido esclava y luego ma
numitida, pedía la extinción de varias familias. El otro, encontrado en Volterra
(TLE, 401), consiste tan sólo en la enumeración de 35 nombres de persona, sin apor
tar ningún otro dato o indicación.
Entre las divinidades de carácter infernal se pueden recoger las siguientes:
Aita
Con el nombre de Aita se designó al titular de la Ultratumba, que hubo de co
rresponderse con el Hades griego. Su figura se representó en diferentes tumbas (Tom
ba del Orco II de Tarquinia, Tomba Golinil de Orvieto) y sarcófagos (caso del de Torre
San Severo, hoy en Orvieto), en donde se le solía figurar en compañía de su esposa
Phersipnai (Perséfone), antes reseñada.
A Aita se le caracterizó iconográficamente con una piel de lobo y a veces de pe
rro, que le cubría la cabeza (urnas de Volterra, Chiusi y Perugia), retomando así el
prototipo itálico sabino de los hirpi Sorani (Servio, AdAen., XI, 785). El dios porta,
en ocasiones, un cetro con una serpiente enrollada. En la Tomba Golini I se halla
presidiendo un banquete en el Más Allá. La cabeza de Aita fue figurada también
en otros objetos, como pueden ser cerámicas (oinochóe del Grupo Torcop), y en mo
nedas de bronce. En ocasiones, suele ir acompañado de Vanth y de Charu(n), otras
dos divinidades propias de los ámbitos infernales. A partir del siglo m a.C., Aita
aparecería barbado y sin atributos diferenciadores (Tomba Campanari de Vulci; ur
nas de Volterra).
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