Page 434 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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nada positivo. Tampoco ha significado mucho, si bien su importancia es notable, la
         Tabula Cortonensis.
            En su conjunto, todos los textos parecen encerrar la misma lengua. Sin embargo,
         su homogeneidad fonética y conceptual no hubo de ser siempre igual, dado que las
         inscripciones abarcan un período cronológico, como mínimo, de siete siglos. Los es­
         pecialistas los han dividido en dos etapas: textos correspondientes al etrusco arcaico
         (siglos vil al v a.C.) y textos del etrusco reciente o neoetrusco (siglos iv al i a.C.).


         Los REPERTORIOS EPIGRÁFICOS

            Toda  esta  masa  epigráfica  comenzó  a  ser publicada  a finales  del  siglo xix,  en
         Leipzig, momento  de la edición  del  Corpus Inscriptionum Etruscarum (CIE)  del  que
         tan sólo aparecieron dos volúmenes y dos suplementos en varios tomos (1893-1923).
         En 1935 se editó la Nuova Raccolta di Iscrizioni Etrusche, debida a M. Buffa, hoy total­
         mente  envejecida.  Tras una larga intemipción del  Corpus,  los  etruscólogos  italianos
         procedieron a su continuidad editorial. Así, en 1970, bajo la dirección de M. Cristofani,
         se publicaron diferentes fascículos, que completaban el volumen II, y en 1982 se pu­
         blicó el tomo III,  1, dirigido por M. Pandolfini Angeletti, complementado con otro
         (III, 2) en 1987 a cargo de Magini, Porada y Pandolfini. Junto a esta obra se había em­
         prendido, en 1978, por iniciativa de M. Pallottino, la realización de un Thesaurus Linguae
         Etruscae (ThLE), tutelado por M. Pandolfini, que incluía, clasificadas alfabéticamen­
         te,  todas  las palabras  de  las inscripciones publicadas  hasta  1977.  El mismo  ha sido
         completado  con un primer suplemento  (1984) y con un índice inverso  (1985) que
         agilizan su manejo.
            De manera puntual, presentando los últimos descubrimientos epigráficos, la re­
         vista Studi Etmschi ofrece  en cada uno  de  sus números una sección  titulada Rivista
         d’Epigrafía Etrusca, de notabilísimo interés. Para un manejo más comodo de las prin­
         cipales inscripciones etruscas y sus datos básicos, se cuenta con los Testimonia Linguae

         Etruscae (TLE), de M.  Pallottino (2.aed.  en  1968) y los Etruskische Texte. Editio Minor
         (1991) de H. Rix, en dos volúmenes (ET).


         M é t o d o s   d e  e s t u d io

            Los textos más significativos, y a falta de una inscripción bilingüe de largo conte­
         nido que permitiera un desciframiento, han sido analizados mediante cuatro tipo de
         métodos, perfectamente evaluados y criticados por M. Pallottino.
            El primero es  el etimológico,  que ha propuesto interpretar el etrusco a través del
         griego, el finés, el albanés, el hitita, el vasco, el dravídico y otras lenguas — ¡incluso
         la azteca!—, pero sin soluciones positivas. Este método hoy ha sido abandonado por
         los lingüistas científicos, pero no por los aficionados.
            Un  segundo  método  es  el  combinatorio,  que,  mediante  análisis  comparativos y
         combinatorios de los elementos lexicales y morfológicos efectuados dentro del pro­
         pio texto etrusco y el cotejo con las pocas inscripciones bilingües existentes, va obte­
         niendo, aunque muy lentamente, positivos resultados.
            Otro  método,  el  tercero,  es  el paralelo  o  bilingüístico,  que  se  fundamenta  en  la
         comprobación de las posibles igualdades entre los formularios religiosos o jurídicos


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