Page 438 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma

Alfabeto etrusco en un vaso de buccbero. Viterbo. (Metropolitan Museum, Nueva York.)

co del Vaticano), considerado un tintero por G. Dennis, conteniendo otro alfabeto
etrusco (TLE, 55), completado con un largo silabario, fechable en el siglo vil a.C.,
que ponía en juego todas las consonantes asociadas a las vocales -i, -a, -u, -e.
Por último, deben reseñarse otros dos alfabetos, ambos del siglo vi a.C. Uno, com­
pleto, se halla graffitado sobre el pie de un vaso de Perugia, pero presenta como nove­
dad la existencia de otro alfabeto de mayor tamaño, grabado también en la misma pie­
za por otra mano, pero consistente en tal sólo cuatro letras (a, b, a, t). Debe observarse
que en estas abreviaturas se incluye la oclusiva b, consonante no empleada por los etrus­
cos. El otro alfabeto, también de desarrollo completo y repetido, derivado de un mode­
lo euboico, se halla graffitado sobre una anforita de buccbero, de 17 cm de altura (TLE, 49),
descubierta en Monte Acuto (Formello), cerca de Veyes, del siglo vi a.C., hoy en el Mu­
seo de Villa Giulia de Roma. Tal anforita, conocida como vaso Chigi, lleva también ins­
critos los nombres de su propietario (Atianaia), del donante (Acbapri) y del ceramista
(Velthur), así como otras letras y nexos silábicos, de los que se ignora su sentido.
Todavía podrían recogerse otros alfabetos más tardíos, llegados de Ruselas, Narce,
Chiusi, Bomarzo, Vulci, Nola y Spina. En Castellazzo della Garolda, cerca de Man­
tua, se halló también otro modelo de alfabeto, inciso sobre el pie de una taza, sin
duda en uso a comienzos del siglo m a.C. Se trata del único ejemplar conocido has­
ta ahora en la Italia septentrional. La presencia de tal alfabeto evidencia que las inva­
siones célticas no eliminaron el empuje lingüístico etrusco al norte del Po.

Los «alfabetarios»

Conectado con estas letras singulares y nexos silábicos se hallan algunos signos
escriturarios que aparecen, en su mayoría, incisos en numerosos vasos cerámicos, sig­
nos que constituirían de hecho unos «alfabetarios» de los cuales se conocen unos se-