Page 441 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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ró la hipótesis de que los dos tipos de escritura etrusca (la silábica y la alfabética) se
         utilizaran a un mismo tiempo, pero obedeciendo a dos fines diferentes. Para los do­
         cumentos administrativos se emplearía la silábica y para las inscripciones monumen­
         tales  la  alfabética.  La  ausencia  de  documentos  administrativos  etruscos justifica  el
         desconocimiento que se posee del primer tipo de escritura.
            En contra de esta hipótesis está M. Lejeune, quien —además de considerar absur­
         do el uso de  dos  tipos  de escritura a un tiempo y durante  tres siglos (y, paradójica­
         mente, la más complicada para las necesidades administrativas)— ve en el empleo de
         los «silabarios» un tipo de escritura religiosa reservado a los iniciados y que, tras la in­
         troducción de la escritura alfabética, se habría intentado enseñar en áreas meridiona­
         les, incluso para emplearla en usos profanos.



        Difusión de la escritura en Italia

            Los etruscos propagaron su alfabeto entre los  oscos, umbros, vénetos y latinos,
         difundiéndose así, gracias a ellos, la escritura por toda Italia, con la excepción de al­
        gunas zonas del extremo meridional.
            He aquí lo que dice a este respecto el enciclopedista y poeta romano M. Teren­
        do Varrón (Amales, XI,  14):

                   Los primeros que, mediante figuras de animales, expresaron sus conceptos fue­
                ron los  egipcios.  Sus inscripciones, las más  antiguas  de la Historia, se ven todavía
                grabadas en piedra.  De aquí los fenicios, porque eran los más poderosos por mar,
                llevaron la escritura a Grecia y consiguieron por ello la gloria, como si hubiesen in­
                ventado lo que recibieron de otros. La tradición cuenta que Cadmo, sobre barcos fe­
                nicios, llevó la escritura a los pueblos todavía incultos de Grecia. Otros dicen que el
                ateniense Cécrope, Lino de Tebas o el argivo Palmedo, en la época troyana, inven­
                taron dieciséis caracteres de letras; después otros, y sobre todo Simónides, inventa­
                ron las restantes. En Italia los etruscos aprendieron el alfabeto del corintio Demara­
                to, y los aborígenes lo aprendieron de Evandro de Arcadia. En su forma los caracte­
                res  latinos  son  iguales  a  los  más  antiguos  de  los  griegos.  Nosotros  primeramente
                tuvimos pocas letras y después se añadieron otras.



        N o c io n e s  d e  f o n é t ic a  et r u sc a

            En  cualquier caso,  el  alfabeto  etrusco  completo  comportó 26  letras  y derivó
        de un alfabeto griego de tipo occidental, pero conservando las sibilantes fenicias
        (samekh, sade y shin),  aunque en la práctica no utilizó tales sonidos.


         Vocales y  consonantes

            Como  han  demostrado  eminentes  lingüistas  y  etruscólogos,  el  perfil  fonético
        etrusco, con algunas reservas interpretativas, es perfectamente conocido. Así, se pue­
        de decir que emplearon cuatro vocales (a, e, i, u), no utilizando la o, que se confundi­
        ría con la u. De acuerdo con la Tabula Cortonensis (y en opinión de L. Agostiniani), se
        conocerían dos e (normal y retrógrada) que gráficamente denotarían dos sonidos vo-


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