Page 444 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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vez de origen eufónico, a todo tipo de palabras (sustantivos: purthne >  eprthne; ver­
         bos: scuna~>escuna; números: zal>esl; pronombres: ca>eca; partículas:pul>epl).


         La flexión nominal

             En cuanto a la flexión nominal podemos decir que los sustantivos, salvo los de
         origen extranjero que fueron indeclinables, dispusieron de algunos «casos gramatica­
         les» para las dos únicas declinaciones (genitivos en -s y en -l) que se supone existie­
         ron. El principal caso fue el absolutivo (especie de nominativo), que, sin sufijo, po­
         día confundirse a veces con una simple raíz verbal (zich =  «el escrito»  o «escribir»).
         Con sufijo indicaba de modo claro su función de caso recto (zichu = «escritor»).
             El caso genitivo se formaba añadiendo al sustantivo los sufijos -s o   Dadas las
         diferentes funciones del genitivo (subjetivas, objetivas, posesivas, genealógicas, parti­
         tivas,  temporales),  existieron  otras  desinencias  en  tal caso para marcar con  ellas  di­
         chas funciones: (-as, -us (i)s, -s, -ssa, -i(a), -la, -al, -/, -usi). Además existió un genitivo ar­
         caico en -n (puian = «de la esposa»). Destaquemos como se ha señalado, la diferencia­
         ción de la desinencia -s en la zona sureña y-/ en el norte (Vel(u)s,  Velusa =  «de Vel»),
             La combinación del doble genitivo se originaba acumulando dos terminaciones.
         Por  ejemplo,  Vel Larthal [Vel+Larth+a+l],  que  equivale  a  «Vel  (hijo)  del  (hijo)  de
         Larth», es decir, «Vel, nieto de Larth». O también Larth Velusal [Larth Vel+us+al], que
         traduce el giro de «Larth (hijo) del (hijo) de Vel», esto es «Larth, nieto de Vel».
             Existía también una combinación triple, formada por el doble genitivo más el pose­
         sivo.  Ejemplo  con las  terminaciones  desglosadas: Larth-al-is-la [...]puia,  que  significa:
         «Mujer [...]  del (hijo) del (hijo) de Larth», esto es, «Mujer [...] del nieto de Larth».
             Respecto  al  caso  acusativo puede  decirse  que  careció  de  desinencia,  si bien  en
         ocasiones, cuando tenía carácter de acusativo enfático, estuvo reforzado con el sufi­
         jo -ni (spureni lucairce =  «la ciudad, él [la]  gobernó como lucumón»).
             También se conoció un caso dativo, definido por las desinencias en -si, -s, -ale,
         -ane o -i (uslane = «para el sol»),  indicador tanto  del objeto indirecto como  de  una
         función muy cercana a la del «ablativo absoluto» de la lengua latina; en algunos ca­
         sos tuvo valor de dativo agente.
             Para indicar circunstancias de modo o instrumentales se utilizó el caso  ablativo,
         cuya desinencia fue en -e (en época última, lo fue en -es). En el caso de los complemen­
         tos de origen, de agente o de lugar, la desinencia fue en -is y en -(a)ls. El locativo, a ve­
         ces, se formó con los sufijos -th, -thi o -ti (s'pura = «ciudad», spurethi =  «en la ciudad»).
             En funciones de locativo del genitivo está el llamado por H. Rix caso «pertinenti-
         vo», constituido por las desinencias -s-i (dos morfemas) indicando una doble función
         gramatical. Dos ejemplos: mi muluAulesi («Yo  [he sido]  dado en el [ámbito]  de Aule»)
         o el típico pertinentivo Atranesi («[producido]  en el [taller]  de Atrane»).



         El género y  el número

             En el etrusco antiguo faltaba la distinción del género, si bien poco a poco, junto
         a los masculinos y femeninos formalmente diferenciados en sus lexemas (apa =  «pa­
         dre»; ati =  «madre»), se pudieron establecer palabras de la misma raíz, pero con mor­
         femas específicos, marcadores del masculino y del femenino.


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