Page 446 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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(«a mí», «me»). Como ejemplos: velcbaiepustminas mi = «De Yelchaie Pustmina yo
[soy]»; mini muluvanece avile vipiennas = «Me ha ofrecido Aulo Vibenna». Como
pronombre de segunda persona se ha identificado el vocablo un («tú»), con la va
riante uní («para ti»). Pronombre plural de segunda persona fue unuch («vosotros»),
Y respecto a los de tercera se tiene conocimiento de un único pronombre sin dis
tinción de género: an, que significa tanto «él» como «ella». Este pronombre tam
bién se ha detectado en su forma de genitivo o de plural (enas = «de él», «de ella»,
«de ellos»).
Se conocen, asimismo, diferentes formas de pronombres demostrativos, incluso
con flexión propia (casos) por haber sido utilizados como sustantivos, adjetivos y «ar
tículo» enclítico. Las formas base de los demostrativos en la época arcaica fueron ika
(y también ica) e ita. En época reciente, eca, eta y también ca y ta. Un ejemplo: ca suthi
cutus velus = «Ésta [es] la tumba de Cutu Vel».
Como formas locativas aparecen, entre otras, calti y ecllbi (ésta con dos variantes:
celthiy clth). Así: calti s'uthiti = «en esta tumba». De la forma ita, el locativo fue -itale,
-italte e -itultei.
En algunas ocasiones, los demostrativos podían añadirse enclíticamente a los
nombres, como puede verse en el ejemplo selvans sanchuneta, «Silvano, aquel de
Sanco».
La terminación -n señala el caso acusativo o complemento objeto de los pronom
bres (en = «esto»; itan = «aquello»). En el caso de objetos inanimados o impersona
les, el pronombre correspondiente adoptó las formas an, in, en o ein. Los demostrati
vos también tuvieron función de relativo en contextos de frases en pasado o en tex
tos rituales.
Se ha supuesto que el elemento enclítico ~(i)sa, ampliamente testimoniado y de
clinado en singular y plural, pospuesto al nombre declinado en genitivo, fue la ma
nera de indicar la posesión pronominal, como se ve en el giro Latbialis'a («suyo, de
Larth») o Larthialisule («suyo, de Larth»),
El pronombre relativo «que» o «cual» fue ipa para el masculino e ipei para el fe
menino. Esta última forma tenía carácter locativo, al igual que iperi. Se conocieron
dos formas del relativo en su caso genitivo (ipas e ipal), además de un acusativo con
flexión interna (inpa).
Al no habernos llegado textos dialogados, como se ha dicho, faltan los pronom
bres interrogativos propiamente dichos, si bien las formas relativas ipa e ipas podían
funcionar con tal carácter (ipas ikam = «¿de quién [es] esto?»).
Los adjetivos
En cuanto a los adjetivos —que fueron de tres tipos: cualidad, posesión, colecti
vidad— hay que señalar que se formaron mediante la adición de sufijos a la raíz
nominal.
Así, los que denotaban cualidad se formaron con los sufijos -u o -iu (entre dos vo
cales la i caía) y también -c y -ch. Por ejemplo: ais = «dios», aisu — «divino»; hinth
= «debajo», hinthiu = «subterráneo»; zamathi = «oro», zamathic = «áureo»).
Los de posesión o pertenencia finalizan en -na, -ina, -ena, -ane, -nbe y -ni (suthi —
«tumba», suthina = «funerario»; laut= «familia», lautni = «liberto»). Los nomina genti
lia pertenecen a este grupo: Velthurna = «de la familia de Velthur».
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