Page 448 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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Las formas adverbiales
Aun cuando no son muy seguras las formas adverbiales en etrusco, se puede se
ñalar que las mismas tenían como característica un final en -m (ratum = «velozmen
te»; etnam = «nuevamente»). Junto a estos vocablos con su típica desinencia aparecen
formas adverbiales propias, por ejemplo: nac = «como», thui = «aquí», ein = «no» o
eth = «así».
Por su parte, los adverbios numerales se formaron con el sufijo -z(i), -tzi (thunz
= «una vez»; ciz = «tres veces»). Estos adverbios aparecen cuando se especifica cuán
tas veces un personaje ha desempeñado una magistratura.
Las partículas pronominales
Partículas de tipo pronominal, como thi', kbi, ri, pi, tra, tli, in, an, estac, hia, heva,
etc., podían funcionar como demostrativos, relativos o indefinidos. De todas ellas, ya
pospuestas, ya proposicionales, se ignora su exacto significado, si bien se ha intuido.
Un ejemplo: rene-thi. = «en la mano», «a disposición».
Las conjunciones y las preposiciones
El etrusco fue rico en conjunciones de coordinación. La forma -c (detrás de la l se
escribía -che) podía presentarse de modo enclítico. Así, tanto podía escribirse apac ati
como apa atic, «el padre y la madre».
Respecto a las partículas funcionando como adverbios las hubo con valor tem
poral (etnam = «nuevamente»; (e)nac=«después»; thuni= «apenas»), modal (ic=«como»;
nac = «así», sve = «igualmente») y locativo (thui = «aquí»; pul = «en»).
Que sepamos, hasta el presente tan sólo se tiene trazas de dos preposiciones: la
tardía epl («hasta que») y tis («de»).
La flexión verbal
Existen muchísimos problemas en cuanto al verbo etrusco. Para algunos (tesis ar
gumentada por K. Pauli), su origen sería puramente nominal, dado que coinciden
raíces verbales con formas nominales: zich, «escribir»; zich «escritura».
El paradigma verbal distingue categorías de modos y de tiempos junto al de vo
ces —muy evidentes en formas de pasado— y personas (de difícil identificación, sal
vo la tercera). El número, en los casos conocidos, no se distingue.
Parece ser que el presente utilizaría sin más la forma radical o terminaría en -a en
su tercera persona (ara = «él hace»). Las formas finalizadas en -e tendrían valor exhor
tativo (are = «que él haga»), si bien en el Liber linteus funcionan como infinitivo o in-
giuntivo (acción sin tener en cuenta el tiempo: scuvune = «pon a disposición»). El
morfema -i indicaría la segunda persona del presente de indicativo o tal vez el impe
rativo (ari = «él hace» o «haz tú»). También podía usarse la simple raíz verbal con va
lor imperativo (ar = «haz»).
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