Page 90 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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Clusium (Chiusi)
            Esta ciudad (hoy Chiusi) debe identificarse con la Clevsin etrusca o con la Camars
         de Tito Livio (X, 25). Llamada por los latinos  Clusium, fue una de las más importan­
         tes de la Etruria septentrional, como confirmó la tradición que hizo de ella la patria
         originaria del célebre rey Lars Porsenna, el aliado de Tarquinio el Soberbio, y a quien
         quiso ayudar a recuperar el trono de Roma tras los hechos ocurridos en el 509 a.C.
            Por desgracia, queda muy poco de su pasado etrusco, salvo algunos lienzos de su
         muralla, las tumbas de Poggio Rienzo y de Poggio Gaiella y otras esparcidas por la
         campiña de su amplísimo territorio (Tomba del Granduca, propiedad de la familia Pulf-
         na Peris,  Tomba della Scimmia,  con  importantes  pinturas,  Tomba del Colle Casuccini,
         Tomba della Tassinaia). En su territorio (Pianacce, en Sarteano), A. Minetti descubrió
         en 2003  la  Tomba della Quadriga Infernale,  adornada asimismo  con impresionantes
         pinturas.
            Los orígenes de la Clusium etrusca, que conectan míticamente con Cluso, hijo
         de Tirreno, y con Telémaco, hijo de Ulises, son antiquísimos, pues en centros cerca­
         nos se han detectado yacimientos villanovianos  allí enclavados (entre ellos, la gran
         necrópolis  de Poggio Renzo) para la explotación de la rica agricultura del valle  del
         Chiana. Asimismo, los centros de Chianciano (aquí con la magnífica  Tomba della
         Pellegrina, la necrópolis de Tolle-La Foce y con el hallazgo de la estatua-cinerario de
         la Mater Matuta) y de Sarteano han facilitado importantes restos arqueológicos que
         arrancan de tiempos villanovianos.
            Al practicar Clusium, en los comienzos de su desarrollo urbano (siglo vn a.C.),
         la incineración, los primeros  enterramientos de sus necrópolis consistieron en sim­
         ples orzas (las tumbas a ziro),  que contenían la urna cineraria, para pasar después a
         emplear los  vasos  canopos  —nombre  empleado  por  analogía  con  los  vasos  egip­
         cios—, coronados con figuraciones de cabezas humanas, trabajados tanto en cerámica
         como en bronce, que se mantuvieron en uso durante unos 200 años. Tal tipo de vasos
         fueron los que dieron personalidad al territorio chiusino (Castelluccio di Pienza, Ceto-
         na, Sarteano, Dolciano, Castiglione del Lago, Chianciano, etc.). A partir de ellos pue­
         de decirse que nació el arte del retrato en tierras itálicas, de tanta significación en épo­
         ca romana.
            Durante el siglo vi a.C.  Clusium importó gran cantidad de cerámica corintia y
         también ática de figuras negras y rojas. En sus proximidades (necrópolis de Fonte
         Rotella) se localizó el más famoso vaso ático —quizá— de figuras negras, conocido
         como  Vaso Frangois,  considerado por M. Torelli como una «verdadera biblioteca de
         la ideología de un princeps chiusino arcaico». Se trata de una crátera de volutas, ador­
         nada con casi doscientas figuras mitológicas, obra de Kleitias y de Ergótimos, joya
         hoy del Museo Arqueológico  de  Florencia.  El vaso,  fechado  entre  el  570 y el  560
         a.C., historiado con los ciclos de Teseo, de Meleagro y de Aquiles, sufrió importan­
         tes desperfectos a finales del siglo xix al ser golpeado por un demente.
            Fue en el siglo vi a.C.  cuando Clusium alcanzó su floruit,  siendo capaz de con­
         trolar todo el territorio existente entre el lago Trasimeno y los montes Amiata, tenien­
         do como eje parte del valle del Chiana.
            En  el  siglo v  a.C.,  con  la  ciudad ya  amurallada y una  implantación  urbana
         articulada, la producción de los vasos  canopos chiusinos  dejó paso a las estatuas-

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