Page 205 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
P. 205
En otro pasaje Plinio cita el Circo Vaticano de Gayo (Caligula) y
Nerón, presumiblemente iniciado por uno y terminado por otro.
Probablemente fue con ocasión de los juegos neronianos del 60
cuando Nerón hizo construir sus termas y la palestra anexa. La veloci
dad de realización del programa constructivo y de cada una de sus
partes, un año para el anfiteatro, uno o dos para la palestra y las ter
mas, ofrecen testimonio de la importancia que Nerón atribuía a las di
versiones del pueblo.
La función más importante de los juegos fue consentir que el pue
blo viese al emperador y le hiciese conocer sus sentimientos, porque
había pocas ocasiones de contacto con el soberano.
Durante los juegos la civilitas del emperador se mostraba a todo el
pueblo romano. Plinio el Joven, en su Panegírico de Trajano, observa
cuán importante es para el príncipe hacerse ver en el circo, no perma
necer apartado, como se cree hacía Domiciano.
Por otra parte, no parece que los casos de represión hubieran da
ñado gravemente la popularidad del emperador. La mayor amenaza a
la popularidad de Nerón se produjo en el 64, cuando el Gran Incen
dio. Comúnmente se pensaba que Nerón había usado el fuego en pri
mer lugar como decorado para una de sus exhibiciones de virtuoso, y
después lo hubiese reasumido para la reconstrucción de Roma. Usó la
fuerza contra una minoría despreciada, los cristianos, que fueron que
mados vivos para iluminar los juegos circenses. Tácito describe que,
aunque eran odiados por la muchedumbre de Roma, su sufrimiento
suscitó piedad (Tác., Ann. 15, 38; 50, 44).
Tras la muerte de Nerón, la plebs sordida, que sentía la falta de sus
juegos y de su munificencia, adornaba su tumba con flores, le erigía
estatuas en el foro y fijaba sus edictos en público con la esperanza de
que volviera. Finalmente, el propio Nerón, en los últimos momentos
de pánico, pensaba que, si hubiera podido juntarse con el pueblo en
el foro y hacerle un llamamiento, habría podido todavía hacerse per
donar sus propios crímenes (Hist. 1.4, 3; véase Ann. 14 60,1) (Griffin).
Trajano, velando por asegurar entre las provincias e Italia un justo
equilibrio, lo que de hecho era casi una innovación, se preocupa de la
situación económica de la península. Obligó a los senadores provin
ciales a invertir la tercera parte de sus propiedades en tierra para au
mentar el precio de la misma y creó los alimenta previstos por Nerva.
Se trata de préstamos a perpetuidad al 5 % de interés, ofrecidos por el
Estado a los propietarios italianos para el equipamiento de sus domi
212