Page 200 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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atroz hacía al emperador implacable y los delatores, a menudo sena
dores, a menudo sinceros partidarios del neronismo, hicieron enton
ces fortunas escandalosas.
En el interior mantuvo una represión que consagró su ruptura con
la aristocracia senatorial; vivía en la exaltación de sus sueños estéticos,
perdía de vista la administración de las provincias y el cuidado del
ejército y se dirigía a Grecia para arramblar con todas las coronas de
todos los Grandes Juegos arbitrariamente concentrados en un solo
año (olímpicos, pitios, ñemeos, ístmicos). Había proclamado en Co-
rinto la libertad de Grecia, lo que prácticamente la eximía del tributo
de los provinciales. Apenas vuelto a Roma al inicio del 68 se produce
la revuelta de Vindex, legado de la Lugdunense, en Occidente. Las
provincias occidentales, celosas y explotadas, se revuelven en el mo
mento mismo en que en Roma el pueblo murmuraba contra la esca
sez y la mala administración de los libertos.
A partir del 64 la guerra de Nerón con el Senado llevó a la prácti
ca aniquilación de la familia imperial y de la vieja nobleza. Cuando
estalló la rebelión en Judea se encomendó el mando a un hombre,
Vespasiano cuya principal cualidad era el ser de origen lo suficiente
mente como humilde como para que no pudiera aspirar al trono. La
megalomanía de Nerón se acrecentaba.
Aparentemente, Nerón cede al Senado el control de la acuñación
de oro y plata EX S C (ex senatus consulto). Pero es inconcebible que el
Senado decidiese inaugurar la serie con monedas que tributaban gran
des honores al odiado Claudio y hacían público el ascendiente de
Agripina sobre su hijo.
Las monedas representan un gesto de deferencia y no un traspaso
de poder, porque, además, financieramente la relación entre el oro y
la plata disminuyó en provecho de ésta, que era la moneda de los ne
gocios. Esta última rebaja favorecía a la dracma oriental, por lo que es
tas medidas favorecieron a Oriente y a la burguesía de los comercian
tes (mercantil) en detrimento de los senadores que atesoraban el oro.
En sus actuaciones políticas Trajano supo agradar a todos: a los se
nadores respetando la fachada civil del principado, concibiendo su
poder como una función administrativa y no un despotismo arbitra
rio, rehusando los honores exagerados —aunque tomó el título de
procónsul, bien es cierto que fuera de Italia, pero también en las pro
vincias senatoriales—, desempeñando raramente el consulado —cin
co veces solamente en diecinueve años de gobierno, lo que es una for
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