Page 198 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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Pero la reacción que representa Trajano no es una marcha atrás,
sino el modo de asentarse la nueva sociedad, a través de la adopción
como propia de la vieja ideología. El senado que triunfa es el nuevo,
más abierto por haber integrado en él a los sectores dominantes de las
provincias, sobre todo de las más romanizadas, fin de un proceso que
se ha ido consolidando desde el inicio de la época imperial.
La época de Trajano es el momento en que más ha aumentado el
número de provinciales en el senado (Hammond), con lo que este ór
gano se consolida como el factor de consenso entre las clases domi
nantes de origen diverso, a quienes Trajano obliga a integrarse aún
más en la aristocracia senatorial romana, al obligarles a tener tierras en
Italia (Garzetti, Petit).
Es una clase dominante nueva, pero se integra en la tradición y
hace suya la ideología tradicional. Son los nuevos herederos de la Re
pública.
Relaciones c o n el Senado
No menos interesante en este análisis comparativo son las relacio
nes de ambos emperadores con el senado. Para Tácito (Ann. 13, 4, 2)
la clave de los principios de gobierno estaba en el discurso que Nerón
presentó al senado en el que se incluía un programa muy augusteo, re
dactado sin duda por Séneca, y que se oponía en todos sus puntos al
de Claudio: respetar los derechos del senado, no intervenir en el do
minio judicial, distinguir cuidadosamente su Domus (es decir, sus li
bertos) del Estado. La asamblea participaba en los asuntos, daba avi
sos, votaba senatus-consulta y condenaba a gobernadores prevaricado
res. Ayudaba incluso a los senadores empobrecidos.
La clemencia fue uno de los temas clave en el nuevo régimen, en
particular hacia el senado (Calpurnio Siculo) y hacia aquellos de sus
componentes que habían sido perseguidos bajo Claudio. Pero a veces
esta clemencia era interesada (Tac., Ann. 14, 40, 3; 13, 33, 1; 13, 52, y
F. Josefo 20, 182) (Griffin).
Nerón renunciaba en su discurso a los temidos procesos políticos
que, de acuerdo con la descripción de Tácito, se habían convertido en
«a puerta cerrada», no de frente al senado. Éstos eran los casos en que
se presentaba un delito de «lesa majestad» (maiestas y que los senado
res mantenían que deberían haber sido archivados o examinados en la
curia (Griffin).
La colaboración del filósofo, senador y cónsul en el 56, y del pre
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