Page 197 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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que el poder personal de los primeros emperadores, institucionaliza­
        do por los flavios (lex de imperio Vespasiani), se transforma en una mo­
        narquía administrativa. El príncipe pierde sus atributos de magistrado,
        de representante del pueblo romano y se convierte en la titulatura de
        un oficio público.
           Plinio (Panegírico 94,  1) rehúye las alusiones a los orígenes. Traja-
        no no es fundador del imperio, ni se identifica con un nuevo funda­
        dor de la ciudad,  sino con la Roma republicana en su  apogeo con­
        quistador.
           Pero es importante resaltar que Trajano recibió del senatuspopulus-
        que romanus el cognomen de Optimus, que nadie había merecido. Se tra­
        ta del más importante de los títulos, que lo iguala al padre de los dio­
        ses (88, 4-8), Iupiter Optimus Maximus.
           El título de Optimus tiende a identificarlo como Júpiter, impresión
        que se obtiene también de algunas representaciones gráficas de mone­
        das, de la Columna y, tal vez, del Arco de Benevento, donde se repre­
        sentan las instituciones alimentarias, uno de los rasgos característicos
        de la política social de Trajano.
           Personalmente fieles al espíritu de Augusto y a la ideología de cli­
        peus virtutis los Antoninos viven un siglo largo más tarde y debieron
        tenerlo en cuenta. Los provinciales, incluso en Occidente, veían cada
        vez más en el emperador al Benefactor universal, el dios que les asegu­
        raba la paz y la prosperidad, mientras que las religiones y los filósofos
        de Oriente habían hecho enormes progresos. No cayeron, sin embar­
        go, nunca en los excesos de Nerón o Domiciano.
           La  mística  imperial  continúa  eligiendo  a  Júpiter  (Capitolino)
        como dios supremo, conservator Augusti, que reina en los cielos como
        el emperador en la tierra. Trajano es particularmente afecto a Júpiter y
        bajo su reino la Victoria Augusta es invocada con frecuencia, lo que
        no impide tener buena relación con Hércules con quien el emperador
        se iguala en éxitos y trabajos. Parece, además, que tuvo una devoción
        personal al Hércules de Gades (que no está muy alejado de Itálica, su
        ciudad natal), cuyo parentesco con el Melqart fenicio no ofrece duda.
           Pero la ideología de los Antoninos, aun acogiendo'los aportes del
        pensamiento  griego  y las  especulaciones  orientales,  permanece  pro­
        fundamente romana, fiel a los dioses tradicionales y a la gravitas de los
        ancestros (A. Alfóldi).
           Con Trajano, que accede en un momento de apogeo del senado y
        como un militar apoyado por los militares y con su carrera realizada
        en época flavia, se produce una síntesis que da solidez en el pasado se­
        natorial a los progresos sociales de época flavia.

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