Page 208 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
P. 208
terminado, necesita de una recomposición institucional que dé soli
dez y haga desaparecer las apariencias conflictivas.
Los pobres tenían distracciones públicas, como el Circo y el Anfi
teatro, sus baños públicos, y en una proporción que no admite para
lelos modernos. Las calles y plazas públicas en la ciudad proporciona
ban edificios y espacios abiertos de considerable esplendor. Esos espa
cios y edificios públicos reflejan con justicia la estabilidad del orden
en Roma y la prosperidad en Italia.
Tras la guerra dácica, Trajano concede la vuelta a Roma de las pan
tomimas que anteriormente habían sido prohibidas por la desenfrena
da licencia de sus representaciones y que, por ello, eran muy del agra
do del populacho.
Plinio defiende en 28, 2 el congiario frente a las distribuciones en
tre la plebe llevadas a cabo por los emperadores antiguos, mientras
que en 33, 1-4, alaba que los espectáculos actuales no provoquen el
enervamiento frente a aquellos que usan la harena como campo de
ejercicio de la maiestas, de la divinitas y del numen del emperador. El
lugar simbólico del ejercicio del poder se traslada al foro y al Campo
de Marte, como en la época republicana. Frente a los Flavios que
competían en beneficios y espectáculos, los alimenta tratan de ser un
procedimiento integrado en una política coherente. La generosidad
para Plinio (Carta 1, 8,10) se manifiesta aquí no en gladiatores o en ludí
de cualquier tipo.
«Problemas» c o n los cristianos
Las autoridades romanas eran muy tolerantes de hecho con las re
ligiones; sólo prohibían cultos que comportasen orgías o sacrificios
humanos. Vigilaban a aquellas organizaciones o manifestaciones que
pudieran subvertir el orden público o turbar la quietud pública.
Como afirma Musi, las conocidísimas crueles acciones de Nerón
contra los cristianos fueron debidas no a la intolerancia religiosa, sino
al deseo de encontrar un chivo expiatorio para el incendio de Roma,
del cual el populacho acusaba al emperador.
Las condenas que Domiciano inflige a algunos cristianos eran de
bidas a razones políticas.
No se conoce que las relaciones de Nerón con los cristianos fue
ran especialmente conflictivas hasta el 18 de julio del 64 en que esta
lló el gran incendio de Roma que duró seis días, hizo numerosas víc
timas entre la población y destruyó un tercio de la ciudad (Tácito,
215