Page 296 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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hasta el año 15, resultó un tremendo fracaso, con un ejército romano
      disperso y perdido por los bosques de Germania (Ann., I, 61-70); sólo
      la recuperación de los despojos de las legiones de Varo tuvo un valor
      simbólico positivo (Tác, Ann., I, 57). La frontera siguió estando en el
      Rhin, donde la había fijado Augusto, y la aventura desafortunada de
      Germánico no le mermó poderes ni consideración ante el senado ni
      ante Tiberio. En el año 18 Germánico recibe el encargo de representar
      al Estado romano en Oriente.
         Hoy podemos valorar mejor la respuesta de Tiberio al fracaso mi­
      litar  de  Germánico  a  través  del  texto  de  la  Tabula Siarensis.  En  el
      momento de conceder honores a Germánico se han olvidado sus in­
      tervenciones desafortunadas y sólo quedó la imagen de un Germáni­
      co equiparable a su padre Druso y, además, autor de haber recupera­
      do las insignias militares romanas perdidas con ocasión de la derrota
      de Varo33.
         En el año 18, siendo cónsules Tiberio y Germánico, éste recibe el
      encargo de inspeccionar la situación del Imperio oriental y de conso­
      lidar los vínculos con los pequeños estados fronterizos, clientes o ami­
      gos de Roma34. El relato de Tácito sobre los años 18-19 está salpicado
      de  anécdotas  en torno  a la enemistad entre  Gneo  Pisón y su mujer
      Plancina con Germánico y su mujer Agripina (Ann., II, 55-70), que se
      culminó con la muerte de Germánico, tal vez envenenado por Pisón
      en opinión de Tácito (Ann., II, 69). Los nuevos bronces de la Bética
      informan bien sobre el decreto de condena a Gneo Pisón, considera­
      do el responsable de la muerte de Germánico35. La estancia de Germá­
      nico en Oriente ha dado pie a una abundante bibliografía y, de modo
      particular, el viaje realizado a Egipto36.
         Desde el fin de M. Antonio y Cleopatra y desde la división del Im­
      perio del año 27 a.C., Egipto se había mantenido con un estatuto es-



         33  Basta ver la Tabula, Siarensis, frag.I. w . 10-15: [...] adeum locum in quo statuae Divo
      Augusto DomuiqueAugus[tae iam dedicatae es] /  sent ab G(aio) Norbano Flacco, cum signis de­
      victarum gentium ina[uratis tituhque]/infronte eius Iani Senatum Populumque Romanum id
      monum[entum marmoreum dedi] /  casse memoriae Germanici Caesaris, cum i sis Germanis be­
      llos superatis [et deinceps] /  a Gallia summotis receptisque signis militaribus et vindicata frau[du-
      lenta clade] / exercitus P(opuli) R(omani).„. Y también w . 26-31.
         34  El  estudio  clásico  de  E.  Badian  (Foreigp  Clientelae, 264-70 B.C.,  Oxford,  1958)
      para época republicana, se prolonga en el D. Braund, 1984, passim.
        35  De próxima publicación, según informa A. Rufino Caballos, responsable de la
      edición.
        36  Entre los más importantes estudios de los últimos años, deben tenerse presentes
      los siguientes: G. Weingartner,  1969; D. Hening,  1972; M. Panni,  1987.

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