Page 51 - Alvar, J. & Blázquez, J. M.ª (eds.) - Héroes y antihéroes en la Antigüedad clásica
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nizaron un proceso de identificación en el que coincidieron el mito
y la historia, cuya expresión concreta fue el santuario de Melqart ga
ditano.
M elqart: el héroe urbano de la colonización fenicia
El origen de Melqart y algunos de sus rasgos heroicos han sido
puestos de relieve por distintos investigadores a partir de la documen
tación que se nos ha conservado; en particular, Melqart puede clasifi
carse dentro de la categoría de héroes divinos, a la que también perte
necerían Adonis y Eshmun1. El aspecto de Melqart en el que vamos a
centrar nuestra atención es el del Melqart héroe, más que el del Mel
qart dios. Aunque ambas vertientes son caras de una misma moneda,
al acercarnos a la figura de Melqart hay que tener en cuenta que ésta
no aparece perfectamente mensurable en el paradigma clásico del hé
roe y que, por otra parte, las fuentes clásicas de diferentes épocas que
nos informan de Melqart presentan una clara tendencia a la racionali
zación que, como se ha subrayado, hacen pasar al panteón fenicio en
su conjunto por una suerte de «filtro» evemerístico, que queda paten
te en su interpretación del dios-héroe tirio2.
La génesis de la figura de Melqart cuenta con precedentes en el
área siria durante el III y el II milenio a.C. La documentación religio
sa de Ebla y Ugarit muestra la existencia de un culto tributado a reyes
divinizados cuyo origen se situaría en personajes de rango que desem
peñarían el papel de antepasados protectores y fundadores de la co
munidad3. Sin embargo, los dioses ciudadanos fenicios no son exacta
mente reyes divinizados en su origen, sino que se configurarían a par
tir de algunas figuras heroicas relacionadas con vicisitudes históricas
concretas, cuya muerte se mitizaría y posteriormente se pondrían en
relación con la diosa Astarté, la principal divinidad femenina fenicia4.
La muerte ritual de Melqart por el fuego es una inmolación que
constituye el medio para obtener un carácter divino después de la
cual, ya como dios, podría alcanzar la inmortalidad. Como han desta-
1 Cfr. S. Ribichini, Poenus advena. Glideifeniciel’interpretazione classica, Roma, 1985,
44 y ss.
2 Cfr. S. Ribichini, op. cit., 64-65.
3 Ibid., 66 y ss.
4 Ibid., 70-71; C. Bonnet, «Astarté: d’une rive á l’autre de la Méditerranée», en
A. González Blanco, J. L. Cunchillos y M. Molina (coords.), Coloquios de Cartagena I.
El mundo púnico. Historia, sodedady cultura, Cartagena 1990, Murcia, 1994,143-158.
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