Page 52 - Vernant, Jean-Pierre - El universo, los dioses, los hombres. El relato de los mitos griegos
P. 52

Esta potencia divina no es mortal ni claramente inmortal.
          Se halla en  una situación parecida a  la  de los Titanes,  los
          Gigantes o Tifón. Está excluida.
              En  otras  palabras,  en  ese  mundo  divino,  múltiple  y
          diverso,  Zeus ha previsto los peligros de un conflicto.  Pre­
          parado  para  cualquier eventualidad,  no  sólo  instituye  un
          orden político, sino  también un  orden cuasijurídico,  para
          que,  en  cuanto  se  inicia  una  polémica,  no  amenace  con
          quebrantar  las columnas del  mundo.  Las  deidades  culpa­
          bles son expulsadas del  Olimpo  hasta que hayan purgado
          su  castigo.  Después,  despiertan  del  letargo,  pero  todavía
          no tienen  derecho  al  néctar y la  ambrosía.  Deben  esperar
          diez veces la duración de su castigo. Así es el orden de los
          dioses, pero no el de los hombres.




          UN MAL SIN REMEDIO

              Así pues, Tifón es vencido y queda sepultado por todo
          lo que Zeus le tira encima. Es posible que sus despojos ha­
          yan sido  enviados al lugar donde están bloqueados los Ti­
          tanes,  es  decir,  al Tártaro,  cosa que sería  muy  normal, ya
          que Tifón  es  el  hijo  del Tártaro. También  es  posible  que
          permanezca yacente  bajo  esos  enormes  bloques  de  piedra
          grandes  como  montañas,  que  le han  arrojado  encima,  es­
          pecialmente  bajo  el  Etna.  Tifón  se  encuentra aprisionado
          en  las rafees del Etna, atado bajo el volcán que, de vez en
          cuando, deja escapar humaredas, lavas hirvientes o llamas.
          ¿Se  trata de los  restos del rayo  de Zeus  que siguen calien­
          tes?  ¿O  una manifestación de anomia por parte de Tifón?
          Si es  él quien  se  manifiesta en  esas sacudidas  del Etna,  en
          esa lava,  desde  las profundidades de  donde algo  hirviente
          asoma a la superficie, eso demostraría que lo que represen­
          ta Tifón, en tanto que fuerza de desorden, no ha desapare­


                                                                55
   47   48   49   50   51   52   53   54   55   56   57