Page 244 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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cata, Morini Menapiique supererant qui in armis essent
       neque  ad  eum  unquam  legatos*  de  pace  misissent,  ar­
       bitratus  id bellum  celeriter  confici posse,  eo exercitum
       adduxit;  qui  longe alia  ratione  ac  reliqui  Galli  bellum
        gerere coeperunt. (2) Nam, quod intellegebant maximas
        nationes  quae  proelio  contendissent  pulsas  superatas-
        que esse continentesque silvas  ac paludes habebant, eo
        se  suaque  omnia  contulerunt.  (3)  Ad  quarum  initium
        silvarum  cum  Caesar  pervenisset  castraque*  munire
        instituisset,  neque  hostis  interim  visus  esset,  dispersis
        in opere nostris, subito ex omnibus partibus  silvae evo­
        laverunt  et in  nostros  impetum  fecerunt.  Nostri  celeri­
        ter  arma ceperunt eosque in  silvas  repulerunt et,  com­
        pluribus  interfectis, longius  impeditioribus  locis  secuti,
        paucos  ex  suis  deperdiderunt.
           XXIX.      (1)  Reliquis  deinceps  diebus  Caesar  silvas
        caedere  instituit  et,  ne  quis  inermibus  imprudentibus-
        que  militibus  ab  latere  impetus  fieri  posset,  omnem
        eam  materiam  quae  erat  caesa  conversam  ad  hostem
        conlocabat  et pro vallo*  ad utrumque latus  exstruebat.


        todavía  en  armas  los  morinos  y  menapios,  que  nunca  le  habían  mandado
        emisarios  de  paz,  y  juzgando  que  esta  guerra  podía  llevarse  a  cabo  rápi­
        damente,  llevó  el  ejército  contra  ellos;  los  cuales  comenzaron  a  guerrear
        con  una  táctica  muy  diversa  de  la  de  los  otros  galos.  (2)  Pues,  viendo
        que  habían  sido  vencidos  los  poderosísimos  pueblos  que  se  habían  atre­
        vido  a  luchar,  y  teniendo  ellos  selvas  y  lagunas  ininterrumpidas,  acogié­
        ronse  a  ellas  con  todas  sus  cosas.  (3)  Habiendo  llegado  César  a  la  entrada
        de  estos  bosques  y  determinado  fortificar  el  campamento,  sin  haber  visto
        al  enemigo  hasta  entonces,  estando  los  nuestros  esparcidos  en  el  trabajo,
        de  repente  salieron  disparados  de  todas  las  partes  de  la  selva  y  les  aco­
        metieron.  Los  nuestros  empuñaron  rápidamente  las  armas  y  los  recha­
        zaron  al  interior  de  los  bosques  y,  después  de  matar  a  muchos,  persi­
        guiéndolos  demasiado  lejos  por  lugares  poco  practicables,  perdieron  unos
        pocos  de  los  suyos.
          XXIX.   (1)  Durante  los  días  siguientes  dedicóse  César  a  talar  los  bos­
        ques  y,  para  que  los  soldados  no  pudiesen  ser  atacados  por  el  flanco
        mientras  estuvieran  sin  armas  y  descuidados,  colocaba  toda  là  madera
        cortada  dando  frente  al  enemigo  y  disponiéndola  a  uno  y  otro  lado  en
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