Page 229 - Debate anti-utopico
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La izquierda desfigurada en los tiempos democráticos 229
el control total del objeto de su discurso (en este caso, lo indígena). Por
un lado, las identidades indígenas escapan, se vuelven desconocidas o se
convierten en espejo donde quieren que se refleje el resto de la sociedad
mestiza y las élites de la modernización. Para el indianismo, el juego
entre dominador y dominado siempre está siendo subvertido.
En consecuencia, la realidad en que tiene lugar la multiculturali-
dad y los proyectos reformulados de una modernización occidentalizada,
apuntan constantemente hacia la resistencia indígena, que no solamente
busca una serie de tácticas de supervivencia, sino que emerge como un
proceso continuo de cuestionamiento a los valores que las élites bolivia-
nas trataron, y tratan, de imponer.
El indianismo es una reproducción permanente de la desconfianza
hacia el mestizaje porque entiende que el proceso social y político de la
democracia está lleno de azarosos esfuerzos que destilan malas inten-
ciones para el mundo indígena. Los indios no solamente son el objeto
del discurso de la sociedad criolla, sino también una especie de estatua
muda, vestida con la ideología de la Nación, la sociedad modernizada
y la revolución. El indio fue considerado como un sujeto mudo en tér-
minos del discurso de las élites blancas pero, a pesar de este silencio o
mudez, transforma y genera el discurso del indio y su correspondiente
teología, a través de su continua resistencia a la política de aculturación
y su persistente lucha por el poder.
La resistencia indígena, muestra cómo la colonización de las mentes,
los conocimientos y la cultura indias que alentó el discurso construido
por el indigenismo, es traicionada por los argumentos mismos de las
élites criollas y por la realidad objetiva de la multiculturalidad indígena
que termina imponiéndose. Según el indianismo, la sociedad boliviana
se habría estado reflejando en una superficie donde todos nos plagiamos
a nosotros mismos, como si conociéramos ya nuestro destino de memoria.
Bolivia es y seguirá siendo india, además de que su historia es aquella
de la salvación propugnada por el indianismo, suponiendo una superación