Page 131 - El libro de San Cipriano : libro completo de verdadera magia, o sea, tesoro del hechicero
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ros ocultos, minas, corientes subterráneas de agua y cuanto pued«
interesar al experimentador, se hará del modo siguiente:
Se colocará sobre la tierra y sin llegar a ella, el vértice o cen-
tro de la vara, sosteniendo las extremidades con las dos manos,
una a cada lado.
Si pasados cinco minutos no se nota ningnua oscilación en la
vara, se volverá al revés, o sea el vértice para arriba a fin de po-
der apreciar si se produce algún pequeño movimiento.
También puede usarse tomándola con una sola mano y colo-
cando la punta paralela al horizonte. Así es como la usó frecuen-
temente un religioso prior de la antigua orden del Cister, el cual
era tenido por muy hábil en el descubrimiento de tesoros, manan-
tiales y otras muchas cosas ocultas en el seno de la tierra.
Las señales para conocer la existencia de aguas o minerales
se notarán por una ligera oscilación de la varita, que se sentirá
atraída hacia la parte donde haya corrientes o metales.
De no haber nada de esto, la varita permanecerá en absoluto
reposo, debiendo en este caso probar en otro lado.
CAPITULO IV
CAMPAÑAS DE LUCIFER
ARTES DIABÓLICAS QUE PUEDE PONER EN JUEGO
PARA TENTAR Y DOMINAR A LAS PERSONAS
Este capítulo está dedicado a demostrar el gran poder que
pueden desarrollar todos los espíritus, en la esfera de sus traba-
jos. Tomamos como norma una de las campañas de Lucifer, famo-
sa en los anales de las ciencias mágicas, pero que igualmente po-
dría haber sido ejecutada por otros de los espíritus que le prestan
obediencia.
En la primera parte de este tratado se hace una ligera mención
de la vida de San Cipriano, mas nada se dice de la causa que mo-
tivó el que llegara a adquirir un dominio tal en las artes mágicas,
como pocos han logrado hasta la fecha.
No estará de más advertir que el Gran Cipriano, como se le
llama en Antioquía, antes de dedicarse a las ciencias ocultas, goza-
ba fama universal como filósofo de talento privilegiado, lo cual era
motivo para que las personas principales fueran a consultarle con
frecuencia, teniendo en mucho aprecio sus opiniones y consejos.
Lucifer, que conocía lo mucho bueno que podía prometerse si
lo atraía a su servicio, se propuso poner en juego sus grandes re-
cursos para lograrlo, los cuales podrán apreciarse por el relato
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