Page 25 - El libro de San Cipriano : libro completo de verdadera magia, o sea, tesoro del hechicero
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El verdadero mago deberá ser, por lo tanto estudioso, discreto
y constante en sus trabajos. Deberá muy especialmente poner toda
su fe y voluntad en cuanto haga, teniendo resignación cuando se le
origina alguna contrariedad, o no consiga en absoluto lo que bus-
que.
No siempre los espíritus se muestran propicios para acudir a
las invocaciones de los mortales, y a veces es necesario repetir el
llamamiento conjurándoles de nuevo a presentarse y obligándolos,
sí no acuden, con algún talismán o amuleto que posea el suficiente
dominio sobre ellos.
CAPITULO VI
El modo de hacer la tinta con que se han de escribir
los pactos, oraciones, etc.
Los pactos no deben ser escritos con tinta ordinaria. Cada
vez que haya de hacer un llamamiento al espíritu, se debe cambiar
de tinta.
Pondréis pues, en un puchero nuevo, agua de río y los polvos
que voy a describiros: Tomad huesos de albérchigo sin quitar las
almendras, ponedlos al fuego para reducirlos a carbones bien que-
mados; después, cuando estén ya muy negros, los apartaréis del
fuego, los haréis polvo, los mezclaréis a una cantidad igual de hollín
de chimenea, les afiadiréis el doble de nueces de agalla, el cuadruplo
de goma arábiga, y pasados dichos polvos, bien revueltos por un
pedazo muy tupido, los cchciréís en el agua de río que se ha indi-
cado.
Pero hasta ahora no tendréis más que una tinta parecida a las
corrientes. Para que surta los efectos mágicos, es preciso añadirle
carbones de ramas de helécho cogidas la víspera de San Juan,
perfectamente machacadas: carbón de sarm.iento cortado en la lu-
na llena de marzo, mezclado todo, se hervirá por especio de cinco
noches seguidas, suspendiendo la operación de día. Cada vez que
se empiece la cocción, se invocarán los espíritus sobrenaturales.
Terminada de hacer la tinta, se expondrá de noche al aire libre,
de modo que lo? rayos de la luna en menguante, caigan sobre la
tinta y la impregnen de su virtud mágica.
Todo lo cual, una vez efectuado, ya la tinta está preparada
para la escritura de los pactos, oraciones y demás documentos,
por medio de los cuales os habréis de poner en comunicación con
los espíritus.
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