Page 397 - El Retorno del Rey
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encontrado en el cuerpo de Azog.
No obstante, como los Enanos creen ahora, es posible que Sauron hubiera
descubierto con sus artes quién tenía este Anillo, el último, y que los singulares
infortunios de los herederos de Durin fueran en gran parte consecuencia de la
malicia de Sauron. Porque por este medio no era posible corromper a los Enanos.
El único poder que los Anillos tuvieron sobre ellos fue el de poner en sus
corazones la codicia del oro y otras cosas preciosas, de modo que si les faltaban,
todo otro bien les parecía desdeñable, y se llenaban de cólera y de deseos de
venganza contra quienes los privaban de ellas. Pero desde un principio fueron
hechos de una especie que resistía con firmeza cualquier clase de dominio.
Aunque podían ser muertos o quebrantados, no era posible reducirlos a sombras
esclavizadas a otra voluntad; y por la misma razón ningún Anillo afectó sus vidas,
ni hizo que fueran más largas o más cortas. Y por eso Sauron los odió todavía
más, y más deseó quitarles lo que tenían.
Fue quizá en parte a causa de la malicia del Anillo que Thráin, al cabo de algunos
años, se sintió inquieto y descontento. No pensaba en otra cosa que en el oro. Por
fin, cuando ya no pudo soportarlo, volvió sus pensamientos a Erebor, y decidió
regresar. No dijo nada a Thorin del peso que tenía en el corazón; se despidió y
partió junto con Balin y Dwalin y unos pocos más.
Poco se sabe de lo que le sucedió luego. Parecería ahora que tan pronto como
se puso en camino, los emisarios de Sauron le dieron caza. Los lobos lo
persiguieron, los Orcos le tendieron emboscadas, unos pájaros malvados
arrojaron sombra sobre su camino, y cuanto más intentaba ir hacia el norte,
tantos más infortunios se lo impedían. Hubo una noche oscura en que él y sus
compañeros andaban de un lado a otro más allá del Anduin, y por causa de una
lluvia negra se vieron obligados a buscar refugio bajo los árboles del Bosque
Negro. A la mañana Thráin había desaparecido, y sus compañeros lo llamaron
en vano. Lo buscaron durante muchos días hasta que por fin, perdida toda
esperanza, partieron y volvieron junto a Thorin. Sólo mucho después se supo que
Thráin había sido atrapado vivo y llevado a las mazmorras de Dol Guldur. Allí
recibió tormento y le arrebataron el Anillo, y allí por fin murió.
De este modo Thorin Escudo de Roble se convirtió en el Heredero de Durin,
pero heredero sin esperanzas. Cuando Thráin se perdió, tenía noventa y cinco
años, un gran enano de orgulloso porte, pero parecía contento en Eriador. Allí
trabajó mucho tiempo y traficó y almacenó riquezas; y la población aumentó
con la llegada de muchos miembros errantes del Pueblo de Durin, que cuando
oyeron decir que estaba en el Oeste, acudieron a él. Ahora tenían hermosas
estancias en las montañas y almacenes de bienes, y sus días no parecían tan
duros, aunque en sus canciones hablaban siempre de la distante Montaña