Page 119 - La Traición de Isengard
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y un bote hizo en Nimbrethil
          de madera de árboles caídos;
          tejió las velas de hermosa plata,
          y de plata fueron los faroles,
          el mascarón de proa era un cisne,
          y había luz en las banderas.       8
          Bajo la luna y las estrellas
          erró alejándose de las playas del norte,
          extraviándose en sendas encantadas
          más allá de los días de tierras mortales.
          De los chirridos del Hielo Apretado
          donde las sombras yacen en colinas heladas,
          de los calores infernales y del ardor de los desiertos
          huyó deprisa, y errando todavía    16
          por aguas sin estrellas de allá lejos
          llegó al fin a la noche de la Nada,
          y así pasó sin alcanzar a ver
          la luz deseada, la orilla centelleante. [120]
          Los vientos de la cólera se alzaron arrastrándolo,
          y a ciegas escapó de la espuma
          del Este hacia el Oeste, y de pronto
          volvió rápidamente al país natal.  24
          Como Ave-Elwing vino entonces a él,
          y la llama se le encendió en el collar,
          más clara que la luz del diamante
          era el fuego que le ocupaba el corazón.
          En él puso el Silmaril
          coronándolo con una luz viviente,
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