Page 385 - La Traición de Isengard
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La  descripción  de  los  Jinetes  y  de  sus  caballos,  aunque  más  primitiva  en
      expresión, es muy similar a la de DT, pp. 35-36, y la descripción en este borrador
      original de los caballos que súbitamente dan la vuelta y se detienen, jamás se
      cambió… excepto en el punto que pone « había cincuenta lanzas descansando y
      apuntando a los extraños» , donde DT tiene « un muro de lanzas»  (Legolas había
                        [514]
      contado ciento cinco Jinetes, p. 33).   La conclusión del borrador primario, la
      conversación entre Eomer y Aragorn en su primera forma, era así:
        —¿Quién  eres  y  qué  haces  en  esta  tierra?  —dijo  el  jinete,  hablando  en  la
      lengua común del Oeste, y con una entonación y de una manera que recordaban
      a Boromir y a los hombres de Minas Tirith.
        [Rechazado de inmediato: —Soy Aragorn Elessar (escrito arriba: Piedra de
                   [515]
      Elfo), hijo de Arathorn.].   —Me llaman Trotter. Vengo del Norte —replicó
      —, y conmigo están Legolas [añadido: Hoja Verde] el Elfo y el hijo del Enano
      del Valle, Gimli Glóin. Estamos cazando orcos. Han tomado prisioneros a otros
      compañeros nuestros.
        El jinete bajó la punta de la lanza y se apeó de un salto del caballo, y allí de
      pie se quedó mirando a Trotter, atentamente y no sin asombro. Al fin habló de
      nuevo.
        —En un principio pensé que erais orcos —dijo—, pero veo ahora que no es
      así. En verdad conocéis poco de ellos si esperáis cazarlos de esta manera. Se dice
      que son rápidos y están bien armados, y que son muy numerosos. Si los hubieseis
      alcanzado, es muy probable que los cazadores se hubieran convertido en presas.
      Pero hay algo raro en ti, Maestro Trotter. [460] —Los ojos claros y brillantes se
      clavaron  de  nuevo  en  el  montaraz—.  No  es  nombre  de  hombre  el  que  tú  me
      dices. Y extrañas son vuestras ropas… casi parece como si hubierais salido de la
      hierba. ¿Cómo escapasteis a nuestra vista?
        —Dame  tu  nombre,  señor  de  caballos,  y  quizá  yo  te  dé  el  mío,  y  otras
      noticias —contestó Trotter.
        —En  cuanto  a  eso  —dijo  el  jinete—,  soy  Eomer  hijo  de  Eomund,  Tercer
      Señor  de  la  Marca  de  los  jinetes.  Eowin,  el  Segundo  Señor,  se  encuentra  más
      adelante.
        —Y  yo  soy  Aragorn  Piedra  de  Elfo,  hijo  de  Arathorn  Tarkil  heredero  de
      Isildur hijo de Elendil de Gondor —dijo Trotter—. Pocos hay entre los hombres
      mortales que sepan más de orcos. Pero aquél que no tiene caballo ha de ir a pie,
      y cuando la necesidad aprieta, un hombre no puede llevar más amigos que los
      que tiene a mano. Sin embargo, no estoy desarmado. —Echó atrás la capa: la
      vaina élfica centelleó y la hoja brillante de Tizona resplandeció con una llama
      súbita cuando la desenfundó—. ¡Elendil! —gritó Trotter—. He aquí la espada que
      estuvo rota y que fue forjada de nuevo. En cuanto a nuestras ropas, pasamos por
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