Page 425 - La Traición de Isengard
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una ventana solitaria en la nieve…» . Sobre estas cuestiones, véanse pp. 205-206,
notas 220, 223-224.
Gandalf no dice, como en DT (p. 138), « Desnudo fui enviado de vuelta,
durante un tiempo, hasta que llevara a cabo mi tarea» , sino, únicamente:
« Desnudo regresé, y desnudo yací en la cima de la montaña» . [555] Y sobre su
llegada desde allí hasta Caras Galadon, llevado por Gwaihir, dice que « descubrí
que os habíais ido hacía tres días» , y que « me demoré allí en el largo tiempo
que en aquella tierra cuenta por sólo una breve hora del mundo» (« en el tiempo
sin edad de aquellas tierras» , DT): véanse pp. 430-431.
En este momento, los mensajes que llevaba de Galadriel a Aragorn y
Legolas eran muy distintos:
Piedra de Elfo, Piedra de Elfo, portador de mi piedra verde,
en el sur bajo la nieve una piedra verde verás.
¡Mira bien, Piedra de Elfo! A la sombra del trono oscuro
habrá llegado la hora que tanto tiempo has esperado. [507]
Hojaverde, Hojaverde, portador del arco élfico,
lejos del Bosque Negro crecen muchos árboles en la tierra.
¡Cuándo hayas disparado tu última flecha, bajo extraños árboles caminarás!
Sin embargo, el diálogo que sigue entre Gimli, Legolas y Gandalf es
exactamente el mismo que en DT, p. 139. Sobre el significado de los versos
dirigidos a Aragorn, véanse pp. 526-527.
Con la adición de la historia de Gandalf a este capítulo, lo que originalmente
era el comienzo de « El rey del castillo de oro» (desde « Gandalf se envolvió
otra vez en aquel viejo manto andrajoso» , véase p. 505) se incorporó a « El
Caballero Blanco» , que ahora terminaba con las palabras de Gandalf: « No
echéis mano a las armas, no pronunciéis palabras altaneras, os lo aconsejo a
todos, hasta que lleguemos ante el sitial de Theoden» (DT, p. 144). La forma
final de la historia de la partida de Fangorn, la llamada de los caballos, la gran
cabalgata hacia el sur a través de las llanuras con la visión a la puesta del sol del
humo que se elevaba a lo lejos en el Paso de Rohan, y la lejana vista de Eodoras
al amanecer (DT, pp. 140-144, donde constituye el final de un capítulo y el
comienzo del siguiente), se alcanzó casi hasta el último detalle en la copia en
limpio del manuscrito. [556] Por esta época, mi padre había cambiado el final de
« Los Jinetes de Rohan» (pp. 471-472) por la forma que tiene en DT, pp. 52-53
(« Los caballos habían desaparecido, llevándose las estacas a la rastra» ), y había