Page 80 - La Traición de Isengard
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finales del verano de 1940; pero, como mínimo, es convergente presentar el
material de esta manera, y en este capítulo reúno varios textos que, ciertamente,
pertenecen a ese último período.
En la versión de la « cuarta etapa» de « Un cuchillo en la oscuridad» , la
historia del ataque a Cricava cobró esta forma (p. 68): los Jinetes Negros sacaron
a Hamilcar Bolger de la casa como un fardo inerte, y al huir, « afuera en el
sendero se oyó el ruido de cascos martillando sobre el sendero. Al cruzar la
puerta sonó un cuerno» . Yo señalé que esta historia pertenece a lo que se dice en
el esquema de tiempo D (p. 18: Jueves 29 de septiembre: « Los Jinetes atacan
Cricava; se llevan a Ham, perseguidos por Gandalf» ).
Un manuscrito muy primitivo, escrito en el manuscrito de prueba de agosto
de 1940 descrito arriba, proporciona una versión del acontecimiento tal como lo
narran, más adelante, Gandalf y Hamilcar Bolger en Rivendel. Este texto
empieza en el momento en el que Frodo, saliendo de su dormitorio en Rivendel,
bajá y encuentra a sus amigos en el porche (para el estado previo de esta parte
de la historia, véase RS 453); pero no creo que se haya perdido nada antes de este
punto: era un pasaje determinado del capítulo « Muchos encuentros» , reescrito
para introducir la historia nueva.
Parecía que allí había tres hobbits sentados con Gandalf.
—¡Hurra! —gritó uno, poniéndose en pie de un salto—. ¡Aquí viene nuestro
noble primo! —Era Hamilcar Bolger.
—¡Ham! —gritó Frodo, sorprendido—. ¿Cómo llegaste aquí? ¿Y por qué?
—A caballo; y representando al señor F. Bolsón de Cricava, anteriormente de
Hobbiton —contestó Ham.
Merry rió.
—Sí —dijo—. Así se lo pedimos, pero no lo creyó: dejamos al viejo y pobre
Ham en un puesto peligroso. Tan pronto como los Jinetes Negros encontraron
Cricava, donde popularmente se suponía que residía el señor Bolsón, la atacaron.
—¿Cuándo sucedió? —preguntó Frodo.
—Antes del amanecer del viernes, [82] casi cuatro días después de marcharte
tú —dijo Ham—. Me atraparon… —hizo una pausa y tuvo un escalofrío— pero
Gandalf llegó justo a tiempo.
—No justo a tiempo —intervino Gandalf—, sino uno o dos momentos
retrasado. Dos de los Jinetes debieron entrar furtivamente en Los Gamos,
mientras un tercero llevó los caballos al otro lado del Río, a la Comarca. Robaron
la balsa de la playa de Los Gamos el jueves por la noche, y así transportaron a
los caballos [83] a la otra orilla. Llegué demasiado tarde, justo cuando
alcanzaban el otro lado. Galeroc tuvo que atravesarlo a nado. Luego, emprendí
una dura persecución, pero los cogí a diez millas del puente. Tenía una ventaja:
no existe ningún caballo en Mordor o en Rohan que sea tan veloz como Galeroc.