Page 76 - La Traición de Isengard
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¡Un trozo de carne fresca, lo tragaré dulcemente,
          y tú te unirás a tu tío!
            ¡Húndete bien! ¡Bebe bien!
          Un trozo de carne fresca, lo tragaré dulcemente,
            ¡y tú te unirás a tu tío!»
        Mas justo cuando pensaba que la cena estaba lista,
        descubrió que entre las manos ya no sostenía nada,
         pero sintió un puntapié a la vez rápido y duro
          pues pronto John por detrás se le había deslizado.
            ¡Míralo! ¡Ciégalo! [74]
          Y allí sintió un puntapié a la vez rápido y duro,
            pues John por detrás se le había deslizado.
        El troll cayó derrumbado y se rompió la cabeza;
        y John regresó a su casa llevando la pierna a rastras,
         pues ese asiento de piedra era demasiado duro,
          y la bota y el pie se le rompieron.
            ¡Tomado! ¡Hablado!
          Pues ese asiento de piedra era demasiado duro,
            y la bota y el pie se le rompieron.
        Allí está tendido el troll y nunca más se levanta,
        con la nariz en la tierra y el asiento contra el cielo;
         y debajo de la piedra hay un hueso mordisqueado
          que un troll le robó a su propietario.
            ¡Donatario! ¡Osario!
          Y debajo de la piedra hay un hueso mordisqueado
            que un troll le robó a su propietario. [78]
        Al  final  del  recital,  Frodo  le  dice  a  Sam:  « Primero  fue  un  conspirador  y
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