Page 34 - Orestiada. Agamenón. Las Coéforas. Las Euménides
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ORESTIADA
la persistencia de los mitologemas en relación con los personajes
aludidos es lo que determina su transmisión y sus relecturas. A
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pesar de que “la recreación de los mitos en la literatura supone
—como suponía ya en la literatura antigua clásica— su evocación
formal en un determinado género literario: su presentación en
una versión épica, lírica, dramática o novelesca”, es la materia
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literaria lo que priva en la persistencia de los personajes-tema,
pues éstos llegan a designar por sí mismos la trama en cuestión,
que en muchos casos se advierte con sólo escribir o mencionar su
nombre. En efecto, en cuanto a los personajes puede decirse que
Esquilo inicia ya en la tragedia la decantación del ethos trágico
que habría de alcanzar su punto culminante con Eurípides. Tanto
los personajes principales como los secundarios están dibujados
con detalles finos que acercan al lector a la comprensión de la
complejidad que implica el cumplimiento del destino.
Desde la mirada de la mitología, la Orestiada puede leerse
como el epítome del destino trágico de los Atridas, últimos go-
bernantes de Argos y Micenas. El sino funesto de Agamenón y de
Menelao tiene su punto de partida en el error de Tántalo, hijo
de Zeus y de Lidia, quien a su vez fue padre de Pélope, Níobe y
Proteas. En un banquete, Tántalo ofreció a los dioses a su hijo
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único, tras haberlo cocinado. Nadie de los Olímpicos probó bo-
cado, a excepción de Deméter que, por descuido, comió uno de
47 Es por ello que nuestro estudio literario se guía por la visión de la tema-
tología, esto es, el análisis de temas y motivos desde una perspectiva contextual
y desde su proyección en el imaginario de la literatura, aludiendo en menor
medida al género específico. Cf. Guillén 2005, pp. 230 ss.
48 García Gual 2008, p. 31.
49 Plut., Para., 33.
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