Page 55 - Orestiada. Agamenón. Las Coéforas. Las Euménides
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ESTUDIO PRELIMINAR

                Hay que observar, además, que el tema del poder y de la Erinia
              alcanza también el terreno de las relaciones entre los distintos
              pueblos, hecho que está planteado en cierto modo en Agamenón.
              El punto de arranque de la trilogía es el triunfo de Argos sobre
              Troya y la vuelta del Atrida a su palacio. Y para ello, en la párodos
              se cuentan algunos elementos del contexto, entre los que sobre-
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              sale la comparación entre las Erinias y los reyes argivos.  Si bien
              la estructura retórica a la que nos referimos es la bien conocida
              fórmula de comparación establecida por οὕτω δέ, lo que implica
              que no necesariamente hay una equivalencia entre los términos
              en juego, resulta relevante que los Atridas hayan sido enviados
              por Zeus contra Alejandro por culpa de Helena. Lo más simple
              es imaginar que estamos ante una imagen poética que funciona
              retóricamente para resaltar la fiereza de Agamenón y de Menelao
              yendo contra Troya al asimilarlos con las Erinias. Y quizá esto
              sea lo más puntual en el contexto referido, pues es muy claro
              que Zeus es el que ordena a los Atridas hacer la guerra contra
              el pueblo de Príamo, pues a ellos directamente les dio el trono
              y el cetro y son comparados con águilas, el ave que identifica el
              poderío del Cronida,  y lo que se castiga es la violación de la hos-
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              pitalidad por parte de Paris. En este caso, queda bien establecida
              una justicia propia de la Erinia que está fuera del ámbito regido
              por el Cronida, y otra que detenta este dios y que, en este caso, la



                95  Aesch., Ag., 58-62: ὑστερόποινον ⁄ πέμπει παραβᾶσιν Ἐρινυν. ⁄ οὕτω δ᾽ Ἀτρέως
              παῖδας ὁ κρείσσων ⁄ ἑπ᾽ Ἀλεξάνδρῳ πέμπει ξένιος ⁄ Ζεὺς.
                96  Aesch., Ag., 42-45; 138. La interpretación del portento lo hace Calcas, en
              donde se identifica a las dos águilas con los dos Atridas. Homero, Il., I, 100-108,
              relata cómo fue pasando el cetro, símbolo de poder, desde que Cronos lo entregó
              a Zeus hasta llegar a las manos de Agamenón. Cf. Gernet 1984, pp. 114-115.

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