Page 34 - Brugger Karl Crnica de Akakor
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Los Ugha Mongulala sobrevivieron a la segunda Gran Catástrofe en la historia de
                  la Humanidad. Refugiados en las residencias subterráneas de sus Maestros
                  Antiguos, observaron con terror la destrucción de la Tierra. Mientras que los
                  Servidores Escogidos se sabían inocentes durante la primera Gran Catástrofe,
                  ahora se acusaban los unos a los otros del segundo acontecimiento terrible.
                  Estallaron las disputas y las
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                  luchas. En Akakor inferior se inició una guerra civil que habría llevado a mi pueblo
                  a la extinción a no ser porque entonces ocurrió un hecho que desde hacía tiempo
                  había sido profetizado por los sacerdotes. Cuando mayor era la necesidad, los
                  Maestros Antiguos regresaron.
                  Y con su regreso se inicia un nuevo capítulo en la historia de los Ugha Mongulala,
                  el segundo libro de la Crónica de Akakor. El primer libro concluye con las hazañas
                  de Madus, un valeroso guerrero de los Ugha Mongulala quien, aun en los
                  momentos más difíciles, no había perdido su fe en el legado de los Dioses, tal y
                  como está escrito en la crónica:
                  Madus se atrevió a tomar el camino que conducía a la superficie de la Tierra. Sin
                  temer ni a la tormenta ni al agua, salió. Contempló con desolación el devastado
                  país. No vio ni personas ni plantas, sólo algunos animales y pájaros asustados que
                  volaban sobre la infinita extensión de agua hasta que se cansaban y caían para
                  ahogarse. Esto fue lo que Madus vio. Y al mismo tiempo se entristeció y se enojó.
                  Arrancó unos troncos de árboles del suelo inundado, recogió unas maderas a la
                  deriva y construyó una balsa para ayudar a los animales. Tomó un par de cada:
                  dos jaguares, dos serpientes, dos tapires, dos halcones. Y las aguas ascendientes
                  empujaron su balsa cada vez más alto, montañas arriba, hasta la cima del Monte
                  Akai, la montaña del destino de las Tribus Escogidas. Aquí Madus permitió que los
                  animales se trasladaran a la Tierra y que los pájaros se elevaran en el aire. Y
                  cuando, después de trece lunas, las aguas retrocedieron de nuevo y el sol
                  dispersó las nubes, regresó a Akakor e informó del final de la terrible era de la
                  sangre.
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                  El Libro del Águila
                  Esta es el águila. Potentes son sus alas y poderosas sus garras. Su mi-
                  rada contempla imperiosamente la Tierra. Está por encima del hombre. \o
                  puede ser ni vencida ni muerta. Durante trece días se yergue en el cielo,
                  y durante trece días vuela para encontrarse con el Sol naciente.
                  Verdaderamente, es sublime.


                  1   El regreso de los Dioses
                  3166 - 2981 a. de C.
                  El calendario maya comienza en el año 31 13 a. de C. y termina el 24 de diciembre de 201 1 d.
                  de C. La historiografía tradicional sitúa el inicio de los acontecimientos históricos hacia 3000 a.
                  de C. El período que se extiende hasta las migraciones germánicas (375 d. de C.) constituye la
                  Antigüedad, y comienza con el nacimiento de las altas civilizaciones en los oasis fluviales del
                  bajo Nilo y entre el Eufrates y el Tigris, que es donde el hombre desarrolla su primera
                  existencia histórica. Los momentos culminantes de la historia oriental se caracterizan por
                  inmensos imperios gobernados por monarcas fuertes y agresivos. La vida espiritual queda
                  restringida a la religión organizada. El Oriente es la cuna de la escritura, del servicio civil y de
                  una tecnología asombrosamente eficiente. Entretanto, el hombre europeo y el asiático
                  continúan en el nivel neolítico. Se han sugerido diversas fechas para el comienzo de las
                  civilizaciones americanas. El explorador británico Niven
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