Page 105 - Vive Peligrosamente
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complacernos. Su comportamiento nos pareció incomprensible y lo
tomamos como un desafío.
Uno de mis compañeros tuvo la idea de colocarle ante una alternativa y
le dijo:
–Si no descuelga la fotografía dentro de cinco minutos, la
"descolgaremos" a tiros.
Creo que ninguno de nosotros pensó en cumplir tal amenaza. Pero las
cosas suceden siempre de una manera inesperada.
Cuando transcurrieron los cinco minutos señalados y comprobamos que
el local estaba vacío, ya que había pasado la hora de su cierre,
desenfundamos nuestras pistolas y "fusilamos" la fotografía.
Instantáneamente, de una forma súbita e instintiva, nos dimos cuenta de
que ya no nos sentíamos excitados por el alcohol, y de que nuestra alegría
se había esfumado como por ensalmo.
Como es de suponer este acto no pasó inadvertido y tuvo consecuencias.
El comandante del Regimiento fue informado a la mañana siguiente de
nuestro comportamiento. Se nos ordenó presentarnos ante él y fuimos
tratados como "proscritos". Seguidamente nos impusieron cinco días de
arresto, y a mí, especialmente, se me informó que no me concederían el
ascenso prometido para el 9 de noviembre.
Pasadas unas semanas nuestro Regimiento fue aumentado con una
nueva Sección. Yo fui transferido a ella en calidad de oficial–ingeniero.
Nuestro comandante, el capitán Jochen Rumohr, era muy joven. Tenía
varios años menos que yo y, al cabo de poco tiempo, nos hicimos amigos.
Nuestra amistad se vio aumentada cuando tuvimos que compartir los
difíciles momentos de las campañas del Sudeste y del Este. Su gran
personalidad, su valor, su férreo carácter y su manera de mandarnos estaban
completamente de acuerdo con la idea que me había formado de los
oficiales alemanes.
Inesperadamente, como es muy frecuente en la vida del soldado,
recibimos la orden de traslado. Fueron cancelados los permisos que se nos
habían concedido para pasar las Navidades en, nuestras casas, y tuvimos
que darnos por contentos enviando una sencilla felicitación a nuestros
familiares.
El 18 de diciembre la División "Das Reich" emprendió la marcha hacia
el Sur. Nuestro desplazamiento fue hecho a toda prisa, cosa que no nos
extraño, pues estábamos acostumbrados a movernos con tiempo de
"record". Hubimos de afrontar innumerables dificultades como