Page 224 - Vive Peligrosamente
P. 224

colaboraron y expidieron  materiales  a las industrias soviéticas.  Por ellos
          pudimos formarnos una idea aproximada de la estructura industrial de los
          Urales. Esto no impedía que me quedara mucho por hacer aún, si quería
          llevar a cabo una labor sistemática que  me facilitara la oportunidad de
          preparar una planificación concienzuda y eficaz.
            Sabíamos que nunca podríamos destruir el conjunto de industrias
          montadas en aquella extensísima zona, ni con la ayuda de la Luftwaffe ni
          mediante actos de sabotaje. Por tales causas, no nos quedaba más remedio
          que circunscribirnos a los puntos clave, que debíamos hacer todo lo posible
          por localizar. Tampoco ignorábamos que entre todas las industrias que
          habían sido construidas en el transcurso de pocos años, siguiendo un plan
          estatal preestablecido, existía al  menos una que contaba con un "punto
          flaco". En tal caso se encontraba la  de las instalaciones  eléctricas que
          debían abastecer a las restantes de la energía que necesitaban y que "habían
          surgido de la nada", dicho esto empleando una frase hecha.
            En tales circunstancias, el Estado se limitaba a abastecer de la energía
          indispensable a las industrias que dependían de las centrales eléctricas, sin
          ampliar las instalaciones por la escasez de posibilidades. Por ello, un "buen
          blanco" en las centrales  eléctricas tendría como consecuencia  el paro
          forzoso de las fábricas que dependían de ellas. Un  ataque sistemático al
          punto débil de la zona,  que tanto nos interesaba, nos ayudaría en la
          ejecución de nuestros planes.
            Preparamos concienzudamente un plan de acción con la ayuda de los
          servicios técnicos de la  Luftwaffe, que también tenía gran interés en la
          empresa, logrando activar nuestro trabajo y consiguiendo unos resultados
          rapidísimos.
            Sin embargo, nuestro sistemático y concienzudo trabajo fue
          interrumpido al cabo de unos cuantos meses por una orden procedente de
          "muy arriba" que, tal vez, se basara en bonísimas  intenciones, pero que
          daba a entender que no había sido pensada suficientemente.
            Un secretario de Estado del Ministerio de Armamento, que estaba a las
          órdenes del ministro Speer, había puesto en las  manos de Himmler un
          memorándum que trataba  de la gran importancia de los altos hornos de
          Magnitogorsk, en el mismo centro de los Urales. Himmler, impulsivo como
          siempre, se apresuró a ordenar:
            "La Sección Especial 'Friedenthal' debe prepararse para efectuar actos
          de sabotaje contra los altos hornos de Magnitogorsk. Es preciso
          dinamitarlos evitando que puedan  volver a funcionar. Exijo que se  me
   219   220   221   222   223   224   225   226   227   228   229