Page 219 - Vive Peligrosamente
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Nuestro servicio secreto en Holanda se  mostró dispuesto a poner en
          práctica mi plan.
            Cuando, al cabo de quince días, regresé a Holanda, me dieron la nueva
          arma que tanto me interesaba. Se trataba de un revólver capaz de disparar
          un solo tiro, del calibre 7,65 y fabricado de una forma primitiva, lo que no
          obstaba para que fuera eficaz.
            El arma nos fue lanzada por los aviones ingleses accediendo al ruego de
          uno de nuestros agentes dobles, que llevó a efecto la operación usando la
          clave destinada y cuyo nombre era "Treasure". Ya digo antes que el arma
          fue a parar directamente a nuestras manos.
            Me apresuré a probar el arma disparando sobre un grupo de patos que
          nadaban en el arroyo que  pasaba bajo las ventanas  de la casa en la que
          habíamos instalado nuestro domicilio. Comprobé que uno de ellos había
          sido mortalmente herido  y que los otros se apresuraban a alejarse. Pero
          también me di cuenta de que apenas se había oído la detonación y de que
          las personas  que se encontraban en las cercanías no se dieron cuenta de
          nada.
            Entre las armas que los ingleses lanzaron en Holanda, Bélgica y Francia,
          encontramos ametralladoras de fabricación británica, conocidas con el
          nombre de "Sten". La primera vez que tuve una de ellas en mis manos, me
          sentí extrañado por su simplicísima construcción y por la escasa calidad de
          los  materiales empleados. Asimismo llegó a  mi conocimiento que se
          preparaba un nuevo tipo de dicha arma, que dispondría de un silenciador,
          aunque los proyectos sobre ella se mantenían en el más completo secreto,
          incluso entre los mismos ingleses. Todo ello acució mis ansias de poseer
          una de ellas, a pesar de ignorar en qué forma podría satisfacer mis deseos.
          Nuestro "juego radiofónico" no dio resultados en esta ocasión, lo que me
          hizo pensar que los ingleses se habían enterado de nuestros manejos o bien
          decidieron no hablar sobre su nuevo invento.
            La casualidad me permitió enterarme de que un capitán holandés estaba
          a punto de salir para las Islas Británicas, a fin de cumplir una misión que se
          le había encomendado. Tenía la intención de dirigirse a Suecia y, una vez
          allí, embarcarse en un pequeño bote que le dejaría en determinado puerto
          de Escocia, donde habría de hacerse cargo de ciertas instrucciones
          destinadas a agentes británicos que estaban en Holanda.
            Por ello, aproveché la  ocasión para rogarle  me proporcionara un
          silenciador para el "Sten–MPI".  Aquello hizo que fuese el primer
          ciudadano de Alemania en posesión de semejante artefacto, el mes de junio
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