Page 40 - Vive Peligrosamente
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con la forma de vida que llevaba. Necesitaba algo más; algo que espolease
          y satisficiera mis ansias: Quería imponer nuevas  ideas, revolucionarias,
          como joven ingeniero que era.
            Pero Austria no  había superado aún,  de una manera total, la crisis
          producida por la guerra. Resultaba imposible sobresalir en cualquier clase
          de trabajo. La competencia que, a veces, no obraba con mucha "limpieza",
          nos daba muchos quebraderos de cabeza. Algunas empresas se arruinaron
          por completo; otras  muchas apenas lograban sobrevivir. Sólo cabía una
          posibilidad: luchar con esfuerzo y confianza. Y trabajar, trabajar, trabajar...
          Recuerdo que aquellos  años fueron  muy difíciles; hubo un trabajo
          abrumador, pero, también, se alcanzaron algunos éxitos.
            A pesar de la crisis existente conseguí sostener  mi negocio; incluso
          logré ampliarlo. Aprendí que se puede consolidar una buena entidad
          comercial si uno se empeña en ello  y no se deja vencer por las
          adversidades. A pesar de que la mayoría de los "proveedores" tenían ideas
          izquierdistas socialistas, hasta  comunistas, pude llegar  a  entenderme
          perfectamente con ellos. Durante las horas de trabajo, no había nadie que
          estuviese dispuesto a "hacer política" fácilmente. Mis obreros sabían
          perfectamente cuáles eran  mis ideas y opiniones y yo conocía las suyas.
          Tenían la seguridad de que no quería saber nada con respecto a cualquier
          clase de actividades políticas durante las horas de trabajo. Por esto mismo,
          durante las horas de descanso, podíamos hablar de todos los temas, ya que,
          además, sabíamos que  nuestras conversaciones  no degenerarían en
          disputas.
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