Page 58 - Vive Peligrosamente
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Los soldados alemanes fueron, para mí, la garantía viva de que ninguna
potencia extranjera se atrevería a perturbar la paz de Austria. ¡Viena no
había recibido nunca con tanto júbilo a un ejército, como recibió aquel día a
los soldados nacional–socialistas!
Un mes después de los acontecimientos relatados, Austria tuvo las
primeras elecciones populares, llevadas a cabo el día 10 de abril de aquel
mismo año de 1938. Vuelvo a insistir en lo que he señalado anteriormente,
ya que mis deducciones fueron hechas por experiencia. Puedo afirmar con
certeza que mis obreros, de los que ya he hablado, que eran de extrema
izquierda, votaron unánimemente "Sí". Contribuí un poco a su voto
afirmativo haciendo que les visitaran representantes de los obispos
austriacos, para exponerles la posición de éstos ante la cuestión.
Como ejemplos de la actitud adoptada entonces por el Episcopado de
Austria, reproduzco a continuación una carta del Cardenal Innitzer y unas
"Aclaraciones" de los obispos de diversas diócesis:
(Escudo del Arzobispo de Viena)
"Viena, el 18 de marzo de 1938.
Muy señor mío: He tenido varias reuniones con los obispos austriacos
que se muestran de acuerdo en cumplir con su deber nacional, de una forma
voluntaria y sin haber sido presionados.
Os hago esta aclaración, porque puede contribuir a fomentar la
colaboración entre todos nosotros.
Con todos mis respetos y con mi sincero saludo de:
Heil Hitler!
Me despido de usted.
Th. Cardenal Innitzer".
(Esta carta del Cardenal fue dirigida al ministro Bürkel).
"Aclaraciones voluntarias" (de los obispos)
"Con pleno conocimiento y de una forma completamente voluntaria,
nosotros, los firmantes, obispos de todas las provincias austriacas,
declaramos, ante los grandes acontecimientos históricos de la Austria
alemana: