Page 159 - El Misterio de Belicena Villca
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has roto, diciendo: No quiero servir, cuando sobre toda colina elevada y bajo todo
                 árbol frondoso te echabas como prostituta. Yo te había plantado como cepa
                 escogida, toda ella de semilla genuina. ¿Cómo, pues, para mí te has cambiado
                 en sarmientos silvestres de viña bastarda?  Aunque te laves  con nitro, y te
                 eches cantidad de lejía, tu culpa sigue sucia ante mí –Oráculo de Jehová
                 Sebahoth”– [Jeremías 2,20].
                        –¡El Cordero también ordenó al Pueblo Elegido arrepentirse en la ceniza y
                 el cilicio, pero los Gentiles tomaron la prevención al pie de la letra y han supuesto
                 que es sumamente sencillo quitarse la Señal Abominable; mas, para su
                 impureza, no habrá otra purificación que convertir a esos pueblos en lejía, como
                 hicimos nosotros para lavar la mancha de Sodoma y de Gomorra! ¡Eso también
                 lo predijo el Cordero! ¡Repetid, Sacerdote del Cordero!:
                        –“¡Ay de ti, Corazaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se
                 hubieran realizado los mismos milagros que en vosotras, ya hace tiempo que,
                 cubiertas de cilicio y en ceniza, se habrían convertido. Por eso, os digo: En el
                 día del Juicio Final habrá menos rigor para la tierra de Sodoma que para ti”
                 [Mateo,11,21].
                        –¡Pero una vez sacrificado el Cordero, sus mismos discípulos se
                 arrepienten en el agua lustral!
                        –Sí, –afirmó el Abad de Claraval–.  Durante la Cuaresma, antes de la
                 Resurrección, los penitentes reciben la ceniza, y el agua bendita, y se arrepienten
                 de sus pecados, se confiesan, y esperan la salvación en el Juicio Final, pero ellos
                 no entienden que el Signo Abominable no puede ser lavado de ese modo, a
                 pesar que el Sacerdote les dice “acuérdate de que eres polvo, y en polvo te
                 vas a convertir”.
                        Aquí calló Bera, pero Birsa agregó: –¡El momento del triunfo de lo Creado
                 sobre lo Increado, del Ser sobre la Nada, de la Luz sobre las Tinieblas del Alma,
                 está cerca! ¡Pronto la Sinarquía será una realidad y la Humanidad quedará de
                 rodillas ante el Poder del Pueblo Elegido! Habrá llegado entonces el tiempo de
                 ablandar al hombre para obligarlo a exhibir su imperfección y su bestialidad,
                 aquella maldad primordial que atesora en el fondo de su Alma. Será el tiempo de
                 reemplazar a la Serpiente del Paraíso por el Dragón de Sodoma. ¡Recordad
                 Sacerdotes que la Tentación de la Serpiente hunde al hombre en el pecado
                 pero deja intacta su función viril; y que el hombre viril siempre puede
                 elevarse de la miseria moral mediante la guerra y el heroísmo, y caer en
                 poder de los Enemigos de la Creación! El hombre viril, el Guerrero, el Héroe,
                 retrasará la concreción del Holocausto  Final: y no bastarán para impedirlo, la
                 masificación e igualación de la Humanidad a que la someterá la Sinarquía del
                 Pueblo Elegido, y los vicios y perversiones que en ella prosperarán por causa de
                 la Tentación de la Serpiente, si el hombre conserva su virilidad y logra convertirse
                 en Guerrero y en Héroe, si dispone de voluntad para rebelarse a los planes de la
                 Fraternidad Blanca, que es la Jerarquía de Jehová Elohim.
                        ¡La Tentación de la Serpiente del Paraíso nada puede contra esa luciférica
                 determinación de Ser y Existir más allá de los Seres Creados por El Dios Uno:
                 sólo el Dragón de Sodoma tiene el Poder de quitar al hombre su virilidad; y
                 sólo Nosotros, la Peste, sabemos convocarlo! ¡Responded, Cohens: ¿cuál es
                 el Emblema de Israel?!
                        Frente a la inesperada pregunta, Benjamín se apresuró a responder:


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