Page 334 - El Misterio de Belicena Villca
P. 334
y esas ilusorias riquezas que ofreces.
Dios que alguna vez estuviste en lo alto
pero que ahora has caído
y te has vuelto completamente idiota,
no nos encadenes también a nosotros
en este Universo infernal
que has construido
imitando el verdadero Cielo.
Nosotros nos iremos
porque ya estamos hartos de ti,
de todas tus trampas,
y de los Demonios que te secundan.
¡Abre la entrada del antro infernal
donde moran tus cobardes secuaces!
¡Te conjuro a hacerlo El
en nombre del verdadero Dios,
padre de Kus
a quien tú traicionaste!
¡Por HK!
¡Te conjuro a abrir la Puerta
en nombre de HK!
Al oír este Bendito Nombre la fiera se replegó instantáneamente hacia el
piso de la torrecilla, enrollándose en torno a la columna de piedra y metal. Su
cabeza, sin embargo, se balanceaba amenazadora sin que este alarde afectara
la prestancia de la espectral Iniciada, quien se mantenía firmemente tomada de
su lomo. El Dragón telúrico no demostraba intenciones de obedecer, actitud que
llevó a la valerosa Princesa a obrar de manera drástica. Inclinándose estiró la
mano haciendo el gesto de tocar su propia sangre en la cuenca repleta de la
Esmeralda hiperbórea. Acto seguido dijo:
Esta sangre que hoy ha sido derramada
y hacia la cual te has precipitado,
Señor de todas las cosas,
es mi sangre: una sangre sagrada
del linaje de los Dioses de Venus.
En ella está el recuerdo
de nuestro Origen Divino
y del verdadero Dios HK.
Con su substancia he untado mis dedos
y ahora trazaré en tu frente
el Signo del Origen.
Ante él no existe defensa.
¡Te conjuro a que abras la Puerta
Enlil, rey de los Pastores,
por el Nombre de HK
y el Signo Sagrado!
334