Page 38 - El Misterio de Belicena Villca
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grabaron en la hoja la inscripción  “honor et mortis”. Pues bien, ese Iniciado
                 estableció la ley de que aquella arma debía pertenecer solamente a los Reyes del
                 linaje original, a los descendientes de los Atlantes blancos. Vanos fueron, en este
                 caso, los intentos hechos por generaciones de Sacerdotes para deshacerse de la
                 Espada Sabia, denominada así por el pueblo: como verá, se la conservó mientras
                 se pudo, y luego, cuando ello ya no fue posible, se la mantuvo oculta hasta los
                 días de Lito de Tharsis, el  antepasado que vino a América en 1534.
                        Lo repito: la locura de reunir en una sola Estirpe el Culto y la Sabiduría
                 causó un desastre en los pueblos del Pacto de Sangre:  la interrupción de la
                 cadena iniciática. Ocurrió así que en un momento dado, cuando los Dioses del
                 Culto se impusieron, se apagó la Voz de la Sangre Pura y los Iniciados perdieron
                 la posibilidad de escuchar a los Dioses Liberadores: la voluntad de regresar al
                 Origen se había debilitado hacía tiempo y ahora carecían de orientación. Sin la
                 Voz, y sin la orientación hacia el Origen, ya no había Sabiduría para transmitir, ya
                 no se vería el Signo del Origen en la Piedra de Venus. Los Iniciados
                 comprobaron, de pronto, que algo se había cortado entre ellos y los Dioses
                 Liberadores. Y comprendieron, muy tarde, que el futuro de la misión y del Pacto
                 de Sangre dependería como nunca de la lucha entre el Culto y la Sabiduría, pero
                 de una lucha que desde entonces ya no se desarrollaría afuera sino adentro, en
                 el campo de la sangre. ¿Qué  hicieron los Iniciados al comprobar esa realidad
                 irreversible, las tinieblas que se abatían sobre el Espíritu, para contrarrestarla?
                 Casi todos obraron del mismo modo. Partiendo del principio de que cuanto existe
                 en este mundo es sólo una burda imitación de las cosas del Mundo Verdadero, y
                 ante la imposibilidad de localizar el Origen y el Camino hacia el Mundo
                 Verdadero, optaron por emplear los últimos restos de la Sabiduría para plasmar
                 en las Estirpes de Sangre más Pura  una “misión familiar” consistente en  la
                 comprensión inconsciente, con el Signo del Origen, de un Arquetipo. Hay
                 que advertir lo modesto de este objetivo:  los Antiguos Iniciados, los Guerreros
                 Sabios, eran capaces de “comprender a la serpiente, con el Signo del Origen”; y
                 la serpiente es un Símbolo que contiene a Todos los arquetipos creados por
                 el Dios del Universo, Símbolo que se comprendía conscientemente con el Signo
                 increado del Origen. Ahora los Iniciados proponían, y no quedaban otras
                 opciones, que una familia trabajase “a ciegas” sobre  un Arquetipo creado,
                 tratando de que el Símbolo del Origen presente en la sangre lo comprendiese
                 casualmente algún día y revelase la Verdad de la Forma Increada.
                        En resumen Dr. Siegnagel, a  ciertas Estirpes, por cuyas venas corre la
                 sangre Divina de los Atlantes blancos,  se les asignó una misión familiar, un
                 objetivo a lograr con el  paso de incontables generaciones que irían repitiendo
                 perpetuamente un mismo drama, girando en torno de un mismo Arquetipo. Como
                 el Alquimista revuelve el plomo, los  miembros de la familia elegida repetirían
                 incansablemente las pruebas establecidas por los antepasados, hasta que uno
                 de ellos un día, girando un círculo recorrido mil veces bajo otros cielos, alcanzase
                 a cumplir la misión familiar, purificando entonces su sangre astral. Se produciría
                 así una trasmutación que le permitiría remontar la involución del Kaly Yuga o
                 Edad Oscura, regresar al Origen y adquirir nuevamente la Sabiduría.
                        Es obvio aclarar que la misión familiar sería secreta y que actualmente es
                 desconocida para los miembros de las Estirpes descendientes de los Atlantes
                 blancos. La misión exigía el cumplimiento de una pauta específica cuyo contenido
                 no tendría relación necesaria con las metas u objetivos de la comunidad cultural a

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