Page 538 - El Misterio de Belicena Villca
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Por eso Rudolph ha estado siempre cerca del Führer, aguardando su hora, como
                 el fiel Caballero.
                        Y todos debemos desear que nunca llegue su oportunidad, pues cuando
                 Parsifal emprenda su misión ello querrá decir que el Rey Arturo está herido, y que
                 el Reino es terra gasta.
                        Asentí con un gesto ante la mirada inquisidora de Tarstein, pero esta muda
                 respuesta no lo impresionó en lo más mínimo.
                        –No entiende completamente lo que le digo ¿No? Así debe ser, pues:
                 ¿quién será capaz de comprender al loco puro?; su misión no es terrena; la
                 victoria, si triunfa, sólo se puede festejar en otros Cielos. Pocos serán, sí, los que
                 aplaudan al héroe anónimo que hay en Rudolph Hess. Y, sin embargo, de él
                 depende en gran medida el triunfo del Führer.
                        ¡Cuánto significado tendrían estas palabras, que Tarstein me decía en
                 aquella primera visita a la Gregorstrasse 239, cuatro años después, cuando en
                 1941 Rudolph se aprestase a enfrentar valientemente a los  elementalwesen !
                 Pero aquel sábado de 1937 la guerra, y todo el horror que vendría, aún estaban
                 lejanos, en un futuro que Yo no podía sospechar.
                        Por otra parte, los comentarios de Tarstein me causaban un cierto orgullo,
                 en su calidad de ahijado del ponderado Rudolph Hess,  y con una sensación
                 placentera sonreía tontamente, sin profundizar el sentido oculto que había tras la
                 simbología de la leyenda artureana.





                        No me extenderé sobre esta primera visita pues no fue mucho más lo que
                 hablamos. Al cabo de una hora, según recuerdo, partí de allí sumido en un mar
                 de dudas pero con el firme propósito de continuar hasta el final.
                        Rudolph Hess había interpuesto su influencia para hacerme llegar hasta
                 Konrad Tarstein, quien quiera que éste fuese, y no estaba dispuesto a
                 defraudarlo.


                        Una hora después, en el tren, leía el artículo de la Enciclopedia Británica:
                 no era mucho lo que decían los ingleses sobre los Druidas.
                        “Druidismo  era la fe de los habitantes Celtas de la Galia hasta la
                 época de la romanización de su país y de la población Celta de las Islas
                 Británicas hasta la romanización de la Gran Bretaña, o bien en partes
                 alejadas de la influencia romana hasta el período de la introducción del
                 Cristianismo”.
                        “Desde el punto de vista de las fuentes disponibles, el tema presenta
                 dos campos marcados para la investigación, el primero de ellos Pre-
                 Romano y Galo-Romano, y el segundo Pre-Cristiano y cristiano primitivo
                 Irlandés y de Pictland. De acuerdo a las condiciones actuales de
                 conocimiento es difícil evaluar la interrelación del paganismo druídico”.
                        “Galia  (Gaul): la primera mención acerca de los Druidas la hace
                 Diógenes Laercio (Vitae, intro., I y 5) y fue encontrada en un trabajo perdido
                 de un autor griego, Sotión de Alejandría, escrito alrededor del 200 Antes de
                 Jesús-Cristo, época en que la mayor parte de la Galia fue Celta por más de


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