Page 66 - El Misterio de Belicena Villca
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convertirse en Hombre de Piedra. Porque en el Mito egeo no es una Sabiduría
posterior sino la propia mirada de Medusa la que convierte en piedra; la
Sabiduría, por el contrario, no está atrás de la Muerte sino afuera, junto a Perseo,
definitivamente independizada e inalcanzable para él. Ella no permite que él se
refleje en su Verdad Desnuda: se limita a colocar un espejo objetivo donde el
“héroe” contemplará la Muerte sin que ésta lo atrape. Es toda la ayuda que le
brinda Atenea: viéndola desde el espejo, Perseo clavará la hoz en el cuello de
Medusa y dará muerte a la Muerte, sin que esta “hazaña” le permita alcanzar la
inmortalidad. El espejo de Atenea es su escudo protector; la Cabeza de Medusa,
obtenida en la inútil hazaña del perseo argivo, es colocada por la Diosa en el
centro del escudo, dando a entender claramente que en esta Era, luego del
triunfo del Pacto Cultural, la Sabiduría está escudada en la Muerte, sin que exista
posibilidad alguna a los mortales de llegar a ella. Desde luego, esto es sólo una
amenaza de los Sacerdotes del Pacto Cultural para desalentar la búsqueda de la
liberación del Espíritu. En fin, como el Perseo argivo ni alcanzó la inmortalidad ni
consiguió la Sabiduría, no podrá comprender a la Serpiente y por eso se ve
obligado a matarla también, cosa que hará a la vuelta de su “hazaña”, cuando
lucha contra un dragón y libera a Andrómeda, con la que se une y procrea
numerosa prole.
Finalmente, corriendo el riesgo de ser ejecutados sin piedad por los
tartesios, los Golen lograron infiltrarse en el Bosque Sagrado y espiar el Ritual del
Fuego Frío. Desde aquel infausto día, los Golen supieron que habían hallado un
Rostro y un Hogar para Medusa. En pocos años, merced a su incesante prédica y
a la de los incontables Sacerdotes que los secundaban en todos los pueblos del
Pacto Cultural, se popularizó con renovado vigor la leyenda argiva de Perseo: los
hijos de Forcis y Ceto, las Grayas, las Gorgonas, y la Serpiente que cuida el
Arbol de las Manzanas de oro, habitan en un bosque sagrado de la Tartéside,
región que pertenecía a la sazón al Reino de Tartessos. Lógicamente, no se verá
con claridad la ventaja estratégica que podía significar para los Golen el reflotar y
adaptar un “Mito” si partimos del principio erróneo de que entonces nadie creía en
él o de que todo el mundo, aunque le concediese veracidad “legendaria”, sabía
que ello “ya había ocurrido”. Pensar eso demostraría no conocer la ideología de
los Golen. Junto con su revolucionaria concepción de la unidad de Dios en el
Sacrificio ritual, los Golen sustentaban el asombroso concepto de que los Mitos
tenían carácter profético. Vale decir, que los Mitos, y todo argumento
procedente del Cielo o de los Dioses, jamás se cumplen del todo, jamás están
realizados totalmente. Tenían fe ciega en que si se repetían las circunstancias y
los personajes, el Mito, como una Profecía, se iba a desarrollar nuevamente en la
Tierra ; en síntesis, afirmaban:
Lo que fue, eso será;
lo que se hizo, eso mismo se hará:
nada nuevo hay bajo el sol.
De manera que, a juicio de los Golen, si se profetizaba el Mito del Perseo
argivo éste se iba a cumplir infaliblemente: entonces la sentencia de exterminio
que pesaba sobre la Casa de Tharsis quedaría también cumplida.
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