Page 685 - El Misterio de Belicena Villca
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Segundo, y debe creerme, nosotros lo  llevaríamos de buen grado al
                 Refugio del Führer pero los Siddhas afirman que Ud. debe cumplir esta última
                 misión. Como le dije hace años, Ud. no sólo es importante: es un soporte de
                 primer grado para la Estrategia del Führer. Y la Estrategia no puede permitirse el
                 prescindir de Ud. en el lugar en que tiene que estar sólo porque padezca de
                 náusea y judeofobia. Lo que le pedimos no es imposible para Ud. y sé que
                 cumplirá: Ellos lo necesitan aquí. Y los Dioses Leales son quienes deciden quién
                 va y quién no va al Refugio del Führer: tal selección escapa totalmente a la
                 voluntad de los Iniciados de la Orden Negra.
                        Tercero, Ud. ha presumido erróneamente que Yo también partiré al
                 Refugio del Führer pero debo repetirle lo que le dije al comienzo: “no volveremos
                 a vernos en esta vida”. Eso no significa que Yo esté autorizado para irme de aquí:
                 como Ud., mis órdenes aseguran que debo quedarme en este Mundo, en esta
                 casa de Berlín oriental que jamás será hallada por los rusos, ni así rastrillen todas
                 las casas de la manzana. Sin embargo Ud. no debe venir a verme, ni debe ver a
                 nadie más de la Waffen   salvo a su entrañable Camarada Oskar Feil. Sobre Karl
                 Von Grossen ya le diré cuáles son las órdenes. Eso es todo ¿Me ha comprendido
                 Kurt? en caso afirmativo proseguiré exponiéndole sus órdenes.
                        –Supongamos que pasen los años, y nada ocurra, y Yo desobedezca y
                 decida venir a verle –interrumpí.
                        –¡No comprende Kurt!  ¡No hallará jamás esta casa!  Haga la prueba
                 cuando salga, aléjese unas cuadras en cualquier dirección, dé vuelta a la
                 manzana, haga lo que quiera y regrese luego a la Gregorstrasse y trate de hallar
                 el 239: comprobará que no existe, encontrará otra casa diferente, tal vez
                 bombardeada. Si ha podido llegar hasta aquí es porque Yo le esperaba, pero
                 cuando su Presencia no sea  necesaria para la Estrategia jamás coincidirá
                 conmigo y esta casa: tal es el poder de la locación absoluta que poseen los
                 seres consagrados a la Estrategia Hiperbórea; sólo coinciden en el espacio
                 y el tiempo los seres cuya coincidencia es estratégicamente significativa; y
                 esa es la realidad de los seres que existen; y los demás seres creados,
                 aunque estén relacionados entre sí en  el espacio y el tiempo, si no son
                 estratégicamente significativos no existen para el Espíritu, son Maya,
                 Ilusión . Ud. como Iniciado debería saberlo. ¿Acaso se ha olvidado de que ésta
                 es la Guerra entre el Espíritu y las Potencias de la Materia?
                        Pero Yo no atendía razones. Desde luego que comprendía que un
                 Pontífice Hiperbóreo como Tarstein  tenía el poder de situarse en otras
                 dimensiones de la ilusoria realidad de Maya, incluyendo la casa de la
                 Thulegesellschaft, y que Yo jamás lo encontraría si él no quería que ello
                 sucediera. Pero insistí una vez más.
                        –¿Y si empleo los perros daivas? ¿Si lo rastreo a través de las
                 dimensiones y me aproximo a Ud., aunque no sea en la Gregorstrasse 239?
                        Tarstein se echó a reir.
                        –Realmente es obstinado, Kurt. Si emplea los perros daivas sin dudas me
                 encontrará. Igualmente, si los hace  volar hacia el Refugio del Führer, con
                 seguridad lo llevarán hasta allí. Pero no quiero exagerar cómo tomará cualquiera
                 de nosotros una actitud semejante de su parte. ¡Acéptelo de una vez por todas!
                 ¡Es Ud. un militar y seguirá siéndolo en adelante, nadie lo licenciará de la  ! ¡Y
                 como militar debe obedecer órdenes, órdenes que Yo le transmitiré ahora y Ud.
                 cumplirá escrupulosamente!  ¡Ordenes que si no cumple serán causales de

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