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Principios Activos:

A continuación se mencionan los diferentes principios activos de las plantas:

Heterósidos: Son compuestos formados por la asociación de un glúcido y de un
cuerpo activo no azucarado, denominado genina. Existen distintos tipos de heterósidos,
los cuales se clasifican según la naturaleza de su genina en: cardiotónicos, azufrados,
salicílico, antraquinónicos, cumarínicos, (JBCLM, 2011) entre otros; muchos de los
cuales tienen utilización en medicina: la digitalina es un potente cardiotónico, y el
salicósido es el precursor de la aspirina (Muñoz, 2002).

Alcaloides: Son componentes nitrogenados cuya función no es aún bien
conocida. Son sustancias amargas y fisiológicamente activas que se concentran en
diversas partes de las plantas (Sandoya, 1994). La nicotina se sintetiza en las raíces del
tabaco, pero se acumula únicamente en sus hojas, los alcaloides de la adormidera
(morfina, codeína, narceína y papaverina) se encuentran en el fruto, la quinina se
encuentra en la corteza de la planta y las semillas concentran los alcaloides del café
(Muñoz, 2002). Desde que se aisló por primera vez, en 1804, la morfina del opio, se
considera que la acción de los alcaloides en el organismo humano es muy importante y
potente, actúan en pequeñas dosis y sobre cada función específicamente. Ejercen su
actividad sobre el sistema nervioso central, excitándolo o deprimiéndolo, y sobre los
vasos sanguíneos (JBCLM, 2011).

Actualmente se conocen unas mil clases de alcaloides, algunas de las cuales son
obtenidas por síntesis. Se calcula que 15 a 20% de las plantas con flores contienen
alcaloides, representado la principal fuente de medicamentos naturales (Sandoya, 1994).

Aceites esenciales: Son sustancias olorosas, volátiles, compuesto por mezclas de
sustancias liquidas que se localizan en cualquier zona de la planta (JBCLM, 2011). Se
presentan en emulsiones que tienden a formar gotitas que a menudo la planta los vierte
al exterior por medio de los canales excretores. Como las esencias son volátiles, estas se
esparcen a través de la epidermis de las hojas y flores, difundiendo un fuerte aroma
responsable por el perfume vegetal (Sandoya, 1994). Comprenden las esencias
vegetales y las resinas (Muñoz, 2002).

Las esencias son compuestos terpénicos y como existen diversas
configuraciones, el número de esencias es muy alto. Por otro lado, las resinas, están
disueltas en esencias y aparecen como residuos viscosos o sólidos, cuando aquellas se
evaporan. Así, por ejemplo cuando los aceites esenciales, que exudan naturalmente del
tronco del pino, llegan al exterior, las esencias se evaporan y dejan un residuo pegajoso,
la resina (Muñoz, 2002).

Las plantas con esencias se emplean como antisépticas de las vías respiratorias y
urinarias, antiespasmódicas y, en uso externo, como cicatrizante y antiinflamatorio
(JBCLM, 2011).

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