Page 123 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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trabajos nacionales cuya especial importancia no admite postergación; el comisario del
plan cuadrienal decide en estos asuntos.
La política de los Salarios
Las cuestiones de la procuración de trabajo y del nivel de salario están íntimamente
unidas entre sí.
Ya en el año de 1933 la consigna para esta política era: conservación del nivel del
salario. Esto implica la imposibilidad de descenso en los jornales, pero al mismo tiempo
imponía a los obreros a sueldo la necesidad de posponer sus deseos de mejora a los
grandes proyectos que el nuevo gobierno se había planteado: eliminación del paro
forzoso y restauración de la soberanía de la defensa nacional. Incluso hoy mismo, en
que ya el primero de estos proyectos está resuelto y el segundo casi ya terminado, el
nacionalsocialismo se defiende contra aun aumento de los salarios si no se justifica por
otro correlativo en la producción.
Hitler se ha expresado varias veces con la mayor claridad sobre este punto. El 1.º de
mayo de 1937, ante millares de obreros reunidos en la plaza del Lustgarten de Berlín,
manifestó lo siguiente:
“Es muy fácil dirigirse hoy a un pueblo y decirle: vamos a aumentar sueldos, honorarios
y salarios y mañana aumentaremos los precios. Y es muy sencillo decir: vamos a reducir
la jornada de trabajo, esto es, el rendimiento, y, además, vamos a aumentar el jornal. Por
el momento esto produciría una impresión de popularidad, pero la quiebra sería
inevitable puesto que el individuo no vive de un jornal de papel sino de la suma total de
la producción de todos sus conciudadanos. Lo que consumimos son bienes productivos
necesarios para nuestra existencia. He aquí el principio fundamental más importante de
la política económica nacionalsocialista: los bienes productivos deben ser creados ya
que su aumento significa una elevación del nivel de vida, un mejoramiento general.
Esto es duro, bien lo se, pero yo no puedo hacer nada, ni ninguno de nosotros para
modificar lo que la naturaleza ha establecido; un pueblo solo tiene algo si trabaja, si es
activo, si se esfuerza en aumentar su producción para encontrarse entonces en condición
de poner la masa de la producción frente al poder adquisitivo. Esto es lo decisivo. Y
créanme ustedes: también nosotros podríamos hacer lo mismo que vemos en otros
países que siguen el principio inverso: aumento del jornal, a continuación aumento de
los precios al doble, al triple, luego doble aumento del jornal y a continuación un nuevo
aumento de los precios, después desvalorización y a consecuencia de esta un nuevo
aumento de jornales, y entonces con fundada razón aumento de precios. Nosotros
también podríamos obrar así: la realización de nuestro principio es más difícil pero es
más seguro y también más probo.”
Esto quiere decir que, en la eterna competencia entre el jornal y el precio, Hitler quiere
evitar que la victoria final pertenezca a este último, como ha ocurrido de ordinario. el
Canciller prefiere mejorar las condiciones de vida del obrero no solo mediante el
fomento del trabajo sino, además por las reformas implantadas en lo concerniente al
permiso y a las vacaciones y cobre todo por la creación del hogar propio para el y para
su familia; quiere, además, que se fomenten los servicios de asistencia complementaria
al personal obrero, por ejemplo: alivio en caso de necesidad especial, sobre todo, por
defunción; socorro de enfermedad; suplementos en metálico a los enfermos; socorro a
las parturientas, subvención matrimonial; donativos jubilares, donativos de patatas y de
carbón; gratificaciones de fin de año; participaciones en las ganancias (también en
forma de aguinaldo); compensación del tiempo de trabajo perdido, indemnización
extraordinaria del salario en los días festivos en casos no comprendidos entre los ya
determinados actualmente por la ley; subsidios o abono de jornales durante los
ejercicios militares; subsidio o indemnización con motivo de asistencia a cursos, y
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