Page 121 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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obligados en los años 1933/34 a colocar a los obreros alemanes no raras veces en la
forma más primitiva de trabajo para proporcionarles por lo menos un modo de ganarse
el sustento. Palas y picos fueron en estos años las herramientas de muchos cientos de
miles de hombres alemanes. Con el progreso de nuestra vida económica se produjo
también una lenta transformación en nuestros métodos de trabajo. Hoy padece Alemania
de escasez de obreros especializados. El paro forzoso propiamente dicho ha sido casi
completamente eliminado. Entramos en una nueva fase de nuestra producción nacional.
Ahora es el momento de reemplazar poco a poco los métodos de trabajo primitivos por
otros mejores y sobre todo más perfeccionados técnicamente. Nuestra meta ha de ser
apartar cada vez más al obrero alemán de primer orden del trabajo primitivo para
llevarlo a una labor de alta calidad. Queremos dejar al cuidado de la máquina, creada
por una labor inteligente, la realización del trabajo más primitivo”.
Para contribuir a la reducción del número de los obreros parados se ha recurrido al
servicio llamado ayuda agrícola. Con el auxilio de los anticipos de la Oficina de trabajo
y de seguro contra el paro han podido colocarse hasta 160.000 obreros jóvenes
procedentes de las ciudades y centros industriales; pronto se familiarizaron con el
trabajo del campo; de este modo, a su vez, labradores con propiedades pequeñas y
medianas pudieron disponer del personal necesario para sus labores.
Las medidas tomadas por el Estado proporcionaron a las mujeres trabajo doméstico; la
colocación de domésticas reduce los impuestos de quien hace uso de sus servicios. Por
su parte, las personas en el servicio doméstico están exentas del pago de la cuota de
seguro contra el paro forzoso. Las cuotas de seguro de invalidez también han
experimentado una reducción importante.
Finalmente, en la reducción del paro, gracias a la colocación de la mano de obra fuera
de la economía ordinaria, no prevalecieron puntos de vista relativos a la procuración de
trabajo sino causas de índole político-nacional, demografía y educativa, pero si han
contribuido considerablemente a vencer el paro.
La primera de estas disposiciones fomenta el matrimonio mediante los préstamos
matrimoniales que se conceden si la mujer antes de su enlace trabajaba para ganarse la
vida y abandonaba su puesto al casarse. Cientos de miles de mujeres han encontrado de
este modo oficio como amas de casa y como madres y han cedido el trabajo que
desempeñaban a mujeres u hombres desocupados; La industria del mueble y de los
utensilios caseros así como otras similares han experimentado un considerable aumento
en su producción.
El servicio militar y el servicio del trabajo obligatorios mantienen alejados por largo
tiempo a cientos de miles de jóvenes alemanes de la competencia por el puesto de
trabajo.
Incluso en crítico más severo no podrá negar que el gobierno nacionalsocialista ha
obtenido una victoria en la lucha contra el paro forzoso. Los números hablan con
elocuencia convincente. Frente a los 6.014.000 de obreros sin trabajo que el Führer
encontró al ser nombrado Canciller, actualmente hay 338.000, de los cuales más de la
mitad corresponden al cambio normal de altas y bajas, y el resto solo en parte, o de
ningún modo, son aptos para el trabajo. Se puede decir que el paro forzoso ha
desaparecido prácticamente en la nueva Alemania.
Es interesante observar que en el tiempo transcurrido desde el 1.º de enero de 1933,
hasta el momento presente, la cifra de los obreros ocupados ha ascendido de 11,5
millones a 20,4; es decir, que, además de los 5,5 millones de parados, han encontrado
trabajo más de 3 millones de nuevos obreros. Además el término medio de horas de
trabajo ha subido de 7,26 a 7,86 horas. El volumen de sueldos y jornales ha ascendido
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