Page 118 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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alemán de protección del Trabajo, los jefes y oficinas de la previsión social, la oficina
                  de colocación de obreros  y de seguro  contra  el  paro  forzoso,  el  instituto  nacional  de
                  seguros  sociales  para  empleados,  el  cuerpo  de  mineros  del  Reich,  los  institutos
                  regionales de seguros, las cooperativas de seguros contra accidentes, las sociedades de
                  seguros contra enfermedades en las profesiones marinas, etc.
                  La lucha contra el Paro forzoso
                  Cuando Adolfo  Hitler  se  hizo  cargo  de los asuntos del  Estado,  en  enero  de 1933,  el
                  número de los obreros ocupados en Alemania había descendido a 11,5 millones y el de
                  los  sin  trabajo  había  subido  a  7  millones,  de  los  cuales  6  estaban  registrados  en  las
                  oficinas del trabajo. El paro forzoso incluyendo a las familias de los obreros sin trabajo.
                  El paro forzoso incluyendo a las familias de los obreros sin trabajo afectaba a casi un
                  tercio del pueblo alemán. el socorro a los obreros parados creció hasta llegar a la cifra
                  de 3.150 millones de marcos, mientras que los ingresos por contribuciones descendieron
                  a 6.600 millones de marcos.
                  Los últimos gobiernos, antes de hacerse cargo del poder el nacionalsocialismo, trataron
                  de disminuir el paro con la adopción de medidas de gran amplitud para la procuración
                  de trabajo (Programa-Papen, agosto de 1932: 2.000 millones; programa de emergencia
                  de 1933: 2.700 millones de marcos). A estos programas les faltó una dirección unitaria
                  y el vasto frente que pudo crearse después gracias a la aportación de medios poderosos.
                  No era posible llevar a cabo una acción de tan grande envergadura sin la confianza del
                  pueblo en su gobierno y sin una centralización orgánica de todas las  fuerzas,  factible
                  solamente en el nuevo Estado.
                  Las medidas tomadas por el gobierno nacionalsocialista para la procuración de trabajo
                  se dividen en:
                  1.º  Procuración  inmediata  de  trabajo  mediante  la  concesión  de  trabajos  públicos
                  adicionales y adjudicaciones;
                  2.º Procuración  indirecta de trabajo por medio de la aportación de medios públicos  y
                  facilidades contributivas para el estímulo de la iniciativa privada;
                  3.º Fomento de las admisiones de obreros mediante anticipos públicos y facilidades en
                  los impuestos;
                  4.º Disminución de la demanda de trabajo por medio de la retención de los obreros fuera
                  de la esfera económica.
                  Al primero de estos postulados se aplicó el programa de Reinhardt (llamado así según el
                  nombre del joven e inteligente Secretario de Estado del ministerio de Hacienda, Fritz
                  Reinhardt) de fecha 1.º de junio de 1933, que puso en circulación bonos del tesoro para
                  el trabajo, por valor de 1.000 millones de marcos para la ejecución de trabajos públicos
                  de gran valor y de utilidad nacional. Se trataba de trabajos de construcción y renovación
                  de edificios administrativos y de viviendas, puentes y otras construcciones semejantes,
                  canalizaciones  fluviales,  construcción  de  canales,  puertos,  reparaciones  de  carreteras,
                  etc.,  es  decir  trabajos  que  casi  exclusivamente  beneficiaban  a  la  industria  de  la
                  construcción, pero que también originaron una acción vivificadora en toda la economía
                  nacional. Mediante la incorporación de muchos obreros desocupados en el organismo de
                  la  producción  se  aumentó,  con  el  poder  adquisitivo  de  las  masas,  el  movimiento  de
                  ventas  de  los  productos  alimenticios  y  aquellos  de  necesidad  cotidiana:  como
                  consecuencia surgieron nuevos y numerosos trabajos.
                  Además, el programa Papen proporcionó 302 millones de marcos y el de emergencia
                  600 millones,  que aún  quedaban sin consumir;  la  mayor  parte del  plan  de trabajo  de
                  estos dos programas no se había realizado aún al tomar el poder el nacionalsocialismo.
                  Finalmente, estaban a disposición de este plan 360 millones, en forma de cupones de
                  crédito sobre impuestos.



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