Page 204 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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La  sólida  base  y  el  contínuo  incremento  de  las  comunicaciones  en  Alemania  y  en
                  Europa  también  permitieron  a  la  Lufthansa  dedicarse  con  plena  confianza  a  la  gran
                  empresa  de  los  viajes  aéreos  transoceánicos.  Sólo  muchos  años  de  trabajo  pudieron
                  preparar la realización de grandes empresas. Después de varios ensayos hechos durante
                  el  año  de  1933  en  el  Atlántico  del  sur,  de  Europa  a  Sudamérica,  la  Lufthansa  logró
                  establecer  una  línea de comunicaciones que abrió  nuevos  horizontes a  la  navegación
                  aérea mundial; el servicio aéreo postal Alemania-Sudamérica, inaugurado en febrero de
                  1934, primer trayecto aéreo transoceánico regular del mundo.
                  Al  principio  cada  15  días,  más  tarde  semanalmente,  los  aeroplanos  e  hidroaviones
                  alemanes, salvando  la distancia de  miles de kilómetros entre Alemania y  los Estados
                  sudamericanos, cruzan el Atlántico del Sur  y con  ayuda de  las  bases aéreas flotantes
                  vencen un océano que parecía ofrecer a la navegación aérea un obstáculo insuperable.
                  Hasta el 1.º de diciembre de 1937 los aviones alemanes transportaron en 300 vuelos 15
                  millones de cartas a través del Atlántico meridional. Hoy, todo avión alemán lanzado
                  por la catapulta de una de las  bases aéreas flotantes.  lleva a bordo alrededor de 60 a
                  70.000 cartas. Esta suma muestra claramente la misión económica y política realizada
                  por este servicio que aproxima entre sí a las naciones separadas por la inmensidad del
                  Océano Atlántico.
                  40 horas después que el avión-correo alemán ha abandonado el aeropuerto Rín-Main de
                  Francfort  del  Main,  llega  la  correspondencia  a  la  América  del  Sur.  Inmediatamente
                  después,  los  aeroplanos del Sindicato  brasileño  “Cóndor” transportan  los  envíos a  lo
                  largo  de  la  costa  americana  con  dirección  a  buenos  Aires  y  de  ahí,  a  través  del
                  Continente sudamericano, por encima de los Andes de altura de 6000-7000 metros, a
                  Santiago de chile, en el litoral del Océano Pacífico. Con el recorrido de 15.300 km. en
                  cuatro  días,  la  Lufthansa  alemana  tiene  a  su  cargo  el  trayecto  aéreo  más  rápido  del
                  mundo  Incluidas  todas  las  paradas  se  obtiene  un  promedio  de  velocidad  en  el  vuelo
                  superior  a  150  km.  por  hora,  velocidad  que  en  los  trayectos  a  distancia,  de  esta
                  naturaleza, sólo han podido alcanzar los franceses en su servicio del Atlántico del Sur.
                  El firme apoyo que la Lufthansa y la aviación civil alemana han hallado en el Gobierno,
                  movió a pensar también en resolver un nuevo problema aún de mayores proporciones. el
                  dominio del norte del Atlántico y su conquista para el servicio aéreo regular por medio
                  de aviones. Gracias a los notables éxitos alcanzados por pilotos alemanes con los vuelos
                  emprendidos desde los buques “Bremen” y “Europa” en el Atlántico del Norte, y a las
                  experiencias adquiridas en los servicios aéreos regulares del Atlántico del Norte, y a las
                  experiencias  adquiridas  en  los  servicios  aéreos  regulares  del  Atlántico  del  Sur,  pero
                  también  gracias  a  la  participación  de  construcciones  concienzudamente  concebidas
                  como  la  base  aérea  “Schwabenland”  y  los  nuevos  hidroaviones  Dornier  Do  18,  con
                  motores Junkers de aceite bruto. se pudieron realizar en el año de 1936 por los aviones
                  “Aeolus” y “Zephyr” cuatro vuelos regulares de ida y vuelta, en el difícil trayecto del
                  Atlántico del Norte, En consecuencia la Lufthansa ha realizado también en esta región
                  del globo labor precursora que marca nuevos rumbos .
                  En el año de 1938 la Lufthansa alemana realizó la construcción de dos nuevos aviones,
                  modelos  de  grandes  dimensiones:  el  Ju  90  para  40  pasajeros  (llamado  el  “Grosse
                  Dessauer”)  y  el  Focke-Wulf-Condor,  para  26  pasajeros,  ambos  han  alcanzado  una
                  velocidad media de vuelo superior a 300 km. hora, es decir, casi 100 km. hora más que
                  el Ju 52, con el cual se hace actualmente el servicio de la mayoría de los trayectos.
                  El  Ju  90  es  un  biplano  con  tren  de  aterrizaje  oculto,  construido  según  la  técnica
                  aerodinámica  más  moderna.  Puede  ser  empleado  lo  mismo  para  pasajeros  que  para
                  carga  y  acondicionado  también  para  transporte  combinado  de  pasajeros  y  carga.  El
                  espacio  para  los  pasajeros  está  dividido  en  varios  compartimentos,  instalados  con  el



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