Page 227 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
P. 227

Gruber en aquellos tiempos de cruenta lucha dedicó todas sus  fuerzas a consolidar  y
                  fomentar el movimiento de la juventud. Sus tentativas se vieron coronadas del éxito: los
                  afiliados  de  la  HJ  aumentaban  en  igual  proporción,  el  mismo  movimiento
                  nacionalsocialista.  En  el  Congreso  del  Partido  en  1929  Gruber  pudo  desfilar  ante  su
                  Führer  a  la  cabeza  de  2.000  jóvenes  hitlerianos,  y  este  fue  el  espectáculo  más
                  emocionante de aquella manifestación.
                  Entre  tanto,  el  Dr.  Wilhelm  Tempel  había  fundado  la  Unión  de  Estudiantes
                  Universitarios Nacionalsocialistas,  cuya dirección  pasó  más  tarde a  manos de Baldur
                  von  Schirach.  Posteriormente  nació  la  Liga  de  Estudiantes  de  Bachillerato
                  Nacionalsocialistas, bajo la presidencia del Dr. von Renteln.
                  Por motivos de salud  y por exceso de trabajo, Gruber tuvo que retirarse en 1931. El
                  Führer nombró en su lugar a Baldur von Schirach Jefe Nacional de las Juventudes del
                  Partido Obrero Alemán Nacionalsocialista. A consecuencia de su actividad incansable,
                  el nuevo jefe de la Juventud Hitleriana fue objeto de continuas persecuciones por parte
                  de las autoridades, sufriendo así mismo una encarcelación transitoria. Algún tiempo más
                  tarde el ministro del Interior, Grüner, decretó la suspensión de la HJ, como también la
                  de las secciones de asalto (SA). La consigna que recibieron entonces sus jefes fue la de
                  continuar la obra de manera inadvertida y disimulada, sin lucir uniformes ni insignias.
                  Durante este tiempo, la HJ adquirió sus afiliados más valiosos. Por millares acudían de
                  las escuelas y de las fábricas a enrolarse bajo las banderas negras de la HJ. Baldur von
                  Schirach  y  sus  jóvenes  adeptos se  hallaban  a  la  sazón  en  peligro constante y  bajo  la
                  amenaza continua de ser detenidos y registrados sus domicilios.
                  Al ser nombrado el Dr. von Renteln asesor en cuestiones económicas en la dirección del
                  Partido, Schirach tomó también a su cargo, de acuerdo con aquél, la dirección de la Liga
                  de  Estudiantes  de  Bachillerato.  A  mediados  de  1932,  una  vez  que  el  decreto  de
                  suspensión  quedara  abolido,  von  Schirach  concibió  el  atrevido  plan,  de  convocar  en
                  Potsdam a toda la Juventud Hitleriana de uniforme. Con ardor febril se dio comienzo a
                  la construcción de un grandioso campamento de vivac para 100.000 miembros de la HJ.
                  Los gastos originados fueron cubiertos con la venta de insignias conmemorativas. En la
                  noche del 1.º de octubre se celebró en el estadio de Potsdam la primera asamblea de la
                  Juventud  Hitleriana,  en  la  que  habló  Adolfo  Hitler.  Al  día  siguiente  tuvo  lugar  un
                  desfile de la juventud que duró siete horas y media, espectáculo impresionante, del que
                  pudo  concluirse  sin  equívocos  que  si,  en  efecto,  el  Gobierno  de  Weimar  poseía  las
                  bayonetas, el Partido Obrero Alemán Nacionalsocialista tenía la juventud a su lado.
                  La enorme fuerza impulsiva de esta demostración reposaba sobre todo en un hecho que
                  todavía hoy es el orgullo de la HJ y de su jefe: La juventud obrera, por cuya conquista
                  se había luchado incansablemente durante muchos años, se hallaba en sus filas. Todavía
                  hoy  la  gran  mayoría  de  la  HJ  está  integrada  por  jóvenes  obreros.  La  estadística
                  profesional de la dirección de la HJ demuestra asimismo que un 70% de  los puestos
                  directivos  del  movimiento  de  la  juventud  nacionalsocialista  están  ocupados  por
                  muchachos oriundos de las esferas más modestas. Ello fue un verdadero triunfo de la
                  Juventud Nacionalsocialista. Ya antes de la toma del poder, la mayoría de la juventud de
                  los grandes centros industriales del Oeste y Centro de Alemania, estaba incorporada a la
                  Juventud  Hitleriana.  La  fuerza  del  marxismo  quedó  quebrantada,  y  con  ello  cesó  su
                  derecho de proclamarse representante de la clase obrera.
                  La HJ aprovechó el invierno 1932/33 para celebrar numerosas manifestaciones públicas
                  que tuvieron como resultado inmediato la afluencia de miles de afiliados nuevos a sus
                  filas.  El  30  de  enero  de  1933  llegó  el  Partido  al  poder.  En  vista  de  que  el  nuevo
                  Gobierno se hallaba agobiado de numerosas tareas, la dirección de la HJ decidió tomar
                  por  si  misma  la  iniciativa  y  fusionarse  con  las  demás  organizaciones  juveniles



                                                           227
   222   223   224   225   226   227   228   229   230   231   232